EL TULIPÁN NEGRO
De vez en cuando se oye que “es necesario cambiar el modelo electoral en España”.
Parece que el sistema electoral actual no gusta mucho, sobre todo a partidos que se sienten perjudicados por el reparto de escaños.
Pueden tener razón.
Se trata por tanto de posicionarse en una reforma electoral futura.
Algunos partidos minoritarios en España presentan importantes cifras en escaños en las provincias en las que se presentan.
Otros partidos de corte más nacional se quejan de que están infra-representados.
Todo podría ser indicador de la necesidad de proponer un cambio en el Régimen Electoral General y explorar otras vías para la adjudicación de escaños.
Tenemos en la actualidad una amalgama de partidos en el Congreso de los Diputados y todos cuentan con unos escaños, pocos, a excepción de los grandes partidos.
Pero las reglas del juego son las que son en la actualidad, empezando por la circunscripción electoral, pues así se estableció en la carta magna, con lo que se ha establecido una asignación mínima de escaños en cada una.
También existe una barrera (3 o 5%) para entrar en el reparto de escaños. Eso conlleva que los partidos de corte nacionalista tengan una sobre representación en el Congreso de los Diputados, pues en sus circunscripciones electorales suelen alcanzar un número importante de votos.
Otros partidos de corte nacional sólo tienen posibilidad de entrar en el reparto de escaños en circunscripciones (provincias) muy pobladas.
Eso conlleva naturalmente que se tenga que negociar y pactar con muchos grupos la investidura del Presidente de turno y conste que lo de negociar no es malo, porque las mayorías absolutas pasaron a la historia.
Lo que pasa es que asistimos a pactos que se pueden considerar “chantajistas” cuando no, meras ocurrencias de dirigentes de partidos minoritarios, que han de sacar adelante parte de su programa, y que ha sido pactado con otros grupos “mayoritarios”.
Con el sistema actual se pretende no desperdiciar votos y que también los grupos minoritarios tengan representación, eso está muy bien.
Por eso no hay que poner en el disparadero al sistema electoral ideado por el Sr. D´Hont, que ese es el sistema que aplicamos y que asigna y reparte escaños de forma correcta con las reglas dadas.
Algunas cosas habría que cambiarlas, cambios en el sistema electoral para corregir defectos y evitar desajustes.
Creo que podemos esperar sentados cualquier cambio dadas las “buenas” relaciones que mantienen desde hace tiempo los partidos mayoritarios.