EL TULIPÁN NEGRO

La memoria es la capacidad mental que posibilita a un sujeto
registrar, conservar y evocar las experiencias (ideas, imágenes,
acontecimientos, sentimientos, etc.,). El Diccionario de la Lengua
de la Real Academia Española la define así: «Facultad psíquica por
medio de la cual se retiene y recuerda el pasado».
La derogación de la Ley 14/2018, de 8 de noviembre, de memoria
democrática de Aragón.
Es curioso, al menos, ver como en poco más de un folio se deroga
una Ley.
“Se dicen cosas como que la Ley 14/2018, de 8 de noviembre, de
memoria democrática de Aragón, impone un relato oficial.
Que la memoria es algo subjetivo y personal y no debe ser objeto
de desarrollo legislativo.
Que cualquier hecho histórico debe ser materia de estudio, investigación
e interpretación sin recibir consigna, censura o condicionamiento
alguno.
En la referida Ley 14/2018 se recoge, entre otras, la idealización
extrema de la Segunda República, pretendiendo enlazar este período
convulso de nuestra historia con el modelo de democracia
actual; la condena de crímenes y atrocidades cometidas por un
bando durante la guerra civil,
Que el texto olvida y excluye de su ámbito de aplicación otros
periodos, como el período de la Segunda República (1931-1936),
cuando es notorio que en aquel y en otros periodos, la violencia política
ejercida merecería su inclusión, a modo de lección histórica.
Que el texto puede llegar a sembrar la división y la confrontación
entre los aragoneses sobre una tragedia fratricida mediante la imposición
de un relato ideológico de parte.”
Es como si el Gobierno de Aragón, que la sacó adelante, tuviera
prisa por derogar, no hay en la exposición de motivos ninguno que,
sea realmente coherente con esa necesidad de derogar, les quemaba
en las manos y se la cargaron.
Se indica que existe una mala historia contada por los poderes
públicos.
La historia que siempre le ha parecido bien a una parte de la sociedad
española.
Se hace referencia al periodo republicano de 1931 a 1936, sin que
se sepa que se quiere contar sobre ese periodo, más bien esconder
que fue la voluntad popular la que instauró un Régimen Republicano
y que los poderes del Estado debieron de acatar.
Se siembran dudas sobre ese periodo, cuando hubo un cambio
de régimen absolutamente querido por el pueblo español, pues la
Monarquía quedó suficientemente deslegitimada.
El golpe militar estaba servido y a eso ayudaron, las oligarquías,
los caciques, los banqueros, los militares y la siempre nacional católica
Iglesia española.
Eso derivó en cuarenta años de dictadura con un régimen vengativo,
de represalias, años oscuros que tuvieron que sufrir los españoles,
atraso generalizado, falta de recursos, falta de cultura, falta
de casi todo, pero suficiencia para los afectos al régimen.
Y en efecto, estoy de acuerdo en que se puede derogar una Ley,
pero no se puede borrar la memoria.

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