ÁNGEL PERALTA
opinión Diputado PSOE Teruel en Cortes de Aragón
Asistí estupefacto a la defensa del portavoz de Sanidad del Partido Popular en las Cortes de Aragón, el turolense Jesús Fuertes, de una “reorganización” de la atención médica que, atención, justificó con un punto del programa electoral del PSOE para las elecciones autonómicas del pasado año. No sólo eso, el señor Fuertes también hace referencia en la tribuna al acuerdo al que llegó el gobierno de Javier Lambán con los sindicatos médicos por la mejora de la atención primaria en la que también se abogaba por la reordenación del mapa sanitario.
Pues claro. En el PSOE no negamos la necesidad de estudiar el actual mapa sanitario y reestructurarlo si así se consigue una mejor atención sanitaria, especialmente en el medio rural. De hecho, como dijo Fuertes en su intervención, así lo hemos defendido. Lo que no entiende el diputado turolense es que, para nosotros, una reorganización no implica necesariamente un recorte, que al parecer es la única receta que sabe aplicar el Partido Popular.
Así, quitando horas de atención médica sin ofrecer soluciones, el problema se agrava, no se soluciona. Nos quieren hacer creer, blandiendo la palabra “reorganización”, que detrás hay otra cosa, pero no, no hay nada más. Sólo recortes. Porque quitan sin ni siquiera tener un plan para el futuro y, además, ni siquiera se plantean volver a recuperar esos días de atención perdidos.
Pero es que, además, el señor Fuertes no es coherente con sus propios actos. Algo, por otra parte, a lo que nos tienen muy acostumbrados los representantes del PP. Lo que ahora le parece normal y necesario le parecía hace un año, cuando el PP estaba en la oposición en Aragón, “injusto, injustificable y alejado de las necesidades” de los pueblos.
Estas fueron las palabras de su antecesora en el papel que ejerce en las Cortes y cabeza de lista del PP por la provincia de Teruel en las últimas elecciones, Ana Marín, que se hizo una foto con el señor Fuertes y Joaquín Juste al lado en la puerta del consultorio de Cucalón porque la atención presencial pasó entonces de dos a un día a la semana. Era una medida aislada, no como ocurre ahora, y el Salud lo explicó también con la palabra “reorganización”, pero en el PP de entonces no lo entendían. De hecho, abrazados como estaban al populismo por votos, negaban incluso que hubiera un problema estructural de falta de médicos, todo era culpa del PSOE.
Ahora, en cambio, multiplican la misma receta que entonces criticaban en decenas de consultorios y no contemplan plan alternativo alguno. Pero ya no pasa nada. ¿No tendrían, los responsables del PP, que volver a hacerse fotos a las puertas de cada consultorio que han perdido en los últimos meses días de asistencia?
Por supuesto, debería estar la señora Marín, que tanto gustaba de montar espectáculos para los medios de comunicación ante cualquier incidencia en el sistema de Salud. Aunque ya sabemos que Marín huye ahora de los temas sanitarios, seguramente consciente de que todo lo que ella denunció y prometió estaba lejos de la realidad que se iba a encontrar. Teme recibir ahora su propia medicina y tener que reconocer que exageró y mintió.
No iba a acabar ahí la sorpresa, claro. En su réplica o explicación de voto, el señor Fuertes tira de argumentario básico del PP y echa el balón fuera, a Madrid, que es donde más les gusta jugar. Como últimamente hacen cada vez que hablamos de sanidad rural (es cierto que están bien aleccionados) pide a los socialistas que pidamos a la ministra de Sanidad que convoque más plazas de MIR. No es que nos parezca mal, de hecho va a haberlas, pero es de tener la cara muy dura que el PP se atreva a pedir al Gobierno de España más plazas de MIR cuando en el último año completo de Mariano Rajoy como presidente se convocaron 6.325 (fueron menos de 6.000 en 2.015) frente a las 8.767 que convocó el gobierno de Pedro Sánchez en 2023.
Deberían avergonzarse de estas cifras y entender, no hace falta ser muy avispado para hacerlo, que de esos barros, estos lodos.