No sé si soy tu derivada o tu integral.
No sé si nuestra onda es cosenoidal o senoidal.
No sé si tendremos proporcionalidad directa o inversa.
Desconozco si la relación es irracional, bicuadrada o exponencial.
Ignoro si busco una matriz inversa cuyo determinante no es nulo o su la relación trigonométrica es uno.
Desconozco si el sistema es compatible o incompatible pero sé seguro que mi ecuación es exacta, no es periódica sino pura y que la probabilidad es uno, al igual que sé que nuestro límite acaba en número par
.
Sé seguro que la recta o el plano tienen ecuación general y que toda cónica, sea elipse o hipérbole, tiene un centro definido y el resultado será exacto.
Nuestra simetría es par y no tiene extremos relativos.
Entre nosotros, todo punto de inflexión es anulado y cualquier haz de planos es preciso y precioso.
Nuestra área y volumen son admitidos como ciertos y con infinito placer, cuyo valor absoluto será elevado a n.
Y siempre todo irá al cuadrado.