La maestra Rosa Machín da forma a través de la pintura
a la cotidianeidad, la sencillez, los lugares en los que se
siente bien, así como su interés por la vida y el arte

Soy Rosa. Hoy el WhatsApp es bien original. Laura, en nombre del equipo de El Comarcal del Jiloca, me escribe para decirme que ha descubierto mi cuenta de Instagram y que le gusta lo que hago. Me propone publicarlo. Al principio, le digo que “ya, si eso, lo pienso”. Sé que lo que haré. Escribiré ese artículo. Y lo haré, no porque tenga muchas cosas de las que hablar a la gente en general, quiero decir, no es que yo sea una experta en algo concreto, ni muchísimo menos. Para mí pintar y escribir cosas, han sido siempre la manera de reconectarme conmigo misma, de atenderme, de cuidarme y de crecer. Puedo decir, a tiro pasado, que las épocas en las que no he dibujado, pintado o escrito, he tenido ciertas dificultades para entender, digamos, algunos cambios, tanto en el mundo a nivel general como en mi vida cotidiana. Digamos que trabajar el plano artístico me da una – no siempre ordenada- vía de escape a la hora de canalizar pensamientos y sentimientos, especialmente cuando me siento desbordada por ellos.

Mis comienzos
Yo creo que he dibujado y pintado desde siempre. Recuerdo algunos dibujos de cuando era muy pequeña, cinco o seis años, sobre paisajes y personas de mi entorno. Mi familia es de Sádaba, Comarca de Cinco Villas y yo viví en mi pueblo hasta los dieciocho. Recuerdo que mi padre era un buen dibujante y que me hacía dibujos en casa a la hora de la cena y en las servilletas de los bares. A veces creo que el hecho de quererle tanto ayudó a que yo también quisiese aprender a dibujar y a pintar. O tal vez fuese que era algo que yo ya llevaba dentro y que, simplemente, encontré a la persona que creía en mí. Este recuerdo ha marcado bastante mi vida. A día de hoy, soy una maestra de la zona, quien además de otras asignaturas, imparto las clases de Plástica, o Art, como dice mi alumnado. Para mí enseñarles a escribir cuentos y a ilustrarlos es algo mágico. Me resulta muy gratificante la oportunidad que me ofrece mi profesión de verlos felices creciendo cada día y, como hizo mi padre conmigo, demostrarles que creo en ellos y que ser tal y como son, a la hora de expresarse artísticamente, es algo genial en sí mismo.

Mi recorrido laboral es extenso, tanto en experiencia como en espacio geográfico aragonés. Soy profesora en el CEIP Nuestra Señora del Pilar, de Monreal del Campo y mi vida está, desde hace mucho tiempo, familiarmente vinculada a Gallocanta.

La temática en mis obras
Las personas que observo, los objetos cotidianos y los lugares que me hacen sentir bien son lo que yo elijo dibujar y pintar, cosas simples que nos rodean, que están allí pero que, a veces, ni las vemos. También me interesan los viajes, la filosofía y el arte. Las expresiones artísticas como elemento de expresión de libertad.

Formación y técnicas
El óleo es, para mí, la reina de las técnicas y me sigue interesando mucho. Hace años que asisto a clases de óleo de José Luis Sancho a quien agradezco desde aquí su especial implicación en el mundo de la enseñanza a las personas de la comarca con interés en la pintura. Mi técnica favorita actualmente es la acuarela, me apasiona la frescura y la inmediatez que ofrece. También trabajo el carboncillo, tintas, acrílicos, sprays,… arenas para texturas, paredes y muros,…me interesa casi todo.

Mi formación, como mis técnicas, es muy variada y en continua evolución. Incluye cursos y encuentros con acuarelistas que me interesan y muralistas reconocidos como @swen_art y @allanhalley. Podéis localizarme en Instagram en @arte_machin y en la sección ‘La rosa del azafrán’, que escribo de manera habitual en esta publicación desde principio de verano, una sección en la que poder compartir reflexiones sobre aspectos emocionales y sobre derechos humanos en los que no debemos retroceder, pese a lo convulsivo de los tiempos.

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