La artista Mª Luz López ha hecho de su gran pasión una terapia para afrontar los desafíos a los que ha debido hacer frente en su vida, y comparte orgullosa su talento desde Daroca y con la comunidad de sus redes sociales

Una de las cosas que más me gusta y me produce inmensa satisfacción desde pequeña ha sido dibujar y pintar. Desde muy joven tenía mucha facilidad y llegué a hacer escuela de pintura, pero entonces decidí hacer otra carrera universitaria.
He nacido en una inmensa ciudad llamada São Paulo, en Brasil. En 2006 decido venirme a España, soy hija de aragoneses que han emigrado a este país y tengo las dos nacionalidades. Desde que llegué a España, sabía que el dibujo era algo que me gustaba, pero no le daba la importancia que le doy hoy.
Creo que por el ajetreo del trabajo y preocupaciones puede que se me olvidara mi pasión y lo fui dejando hasta que me tocó una enfermedad que, al principio, no sabíamos lo que era, pero me hacía caer “tontamente” en la calle y llevaba muletas y esto me impedía poder conseguir trabajo. En 2013, sentía mucha rabia, impotencia, miedos de todos los tipos porque mi situación personal era complicada y eso que aún no había tenido el diagnóstico de lo que me iba a venir encima, que es la Esclerosis Múltiple (E.M)


Antes de que me la diagnosticaran, retomé el dibujo como entretenimiento, ya que tenía que hacer reposo. Hacía entonces mis muñecas recortables, algo que me producía mucha alegría, ya que conectaba con la niña que he sido. De ahí me puse otra vez con el retrato humano. Conseguía llegar al parecido pero sin técnica realista, al tiempo me decidí por aprender tutoriales y, tan pronto pude, me puse a hacer cursos online. Volver a dibujar y aprender cómo se hace un retrato con realismo ha sido un cambio enorme en mi vida, pues dibujar me hacía sentir bien conmigo misma por ser mi pasión de hace años.
En 2016 tuve mi primer brote, no de E.M sino de una enfermedad rara aún peor, llamada N.M.O (neuromielitis óptica) y quedé ciega de un ojo y con hormigueos en la pierna izquierda. Gracias al tratamiento recibido en el Hospital Clínico de Zaragoza, ingresada varias semanas, pude ir recuperando la visión. Entonces tuve que hacer una pausa en los dibujos para no forzar, y estuve meses sin dibujar.
A finales de 2017 se repitió el brote y en 2018 estuve, por lo menos, 3 veces ingresada por brotes y hasta que se ha conseguido identificar lo que me producía esto, ha sido bastante complicado, pero ya tenía algo que no quería abdicar, que era el dibujo.


Pero, ¿por qué os cuento todo esto? Porque a día de hoy, puedo decir que gracias al dibujo y seguir haciendo cursos, aprendiendo técnicas nuevas, me siento bien, tengo buen ánimo, afronto lo que tengo desde otra perspectiva, con resiliencia. Es evidente que tengo mucho apoyo, en mi caso de mi marido porque a veces por motivo de la E.M me quedo “apagada, fuera de cobertura” sin fuerzas hasta para andar, y allí está él ayudándome en todo lo que puede, pero yo también pongo de mi parte y no me siento víctima, tengo lo que tengo y lo afronto lo mejor que puedo. Mi actitud positiva me permite seguir con buen ánimo y esto está bajo mi control, lo demás no.
Desde entonces no he parado de dibujar, antes pintaba camisetas de mis baturricos Paquita y Antoñico, pero desde que empecé a dibujar mascotas con lápices de colores ya me quedé totalmente enamorada del color y de dibujar animalicos. También sigo con el retrato humano a color y retomo una que otra vez algo del grafito. Hago camisetas o mochilas con mis dibujos y alguna vez hago encargos, que en realidad no es mi prioridad. Mi prioridad hoy es ir a mi velocidad, disfrutando de lo que puedo hacer sin estrés. Busco tener mis rutinas organizadas y la de dibujar para mí es una terapia, me permite conectar con mi esencia que es muy creativa.


Tengo una página en Facebook (Los dibujos de Mariluz) y voy publicando el proceso de mis dibujos. Es increíble la cantidad de seguidores que he logrado tener en estos últimos años. El intercambio con personas que les apasiona el arte es muy interesante.
Me siento muy afortunada de haber podido retomar el dibujo y de seguir aprendiendo técnicas de dibujo realista. Eso de verdad me hace muy feliz.

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