Un negocio familiar de tres generaciones que ha servido de material de oficina, libros y otros curiosos artículos desde diferentes localizaciones de la calle Mayor a todos los darocenses y vecinos del campo de Romanos

Luis del Molino, actual propietario de la papelería y librería ‘del Molino’ situada en la calle Mayor de Daroca, ha cumplido su etapa laboral con su servicio de suministros de oficina por la que han pasado miles de darocenses y vecinos de la comarca natural del Campo de Romanos. Atrás se quedarán 102 años de historia de un negocio familiar que comenzó de la mano de su abuelo, Victorino del Molino, en 1922, con el montaje de una imprenta.


Con el transcurso de los años el negocio evolucionó y fueron incorporando nuevas divisiones de servicios en sus infraestructuras, como objetos de escritorio, papelería, librería, perfumería, sedería, géneros de punto, bisutería, flores, forrado de botones o reparación de medias a máquina. Un auge de servicios que se compaginó con la inclusión del padre de Luis, Luis del Molino, en la sección de imprenta en 1957 y, posteriormente, en la parte comercial en 1973. En 1975 la empresa tomó otro rumbo enfocándose en papelería y librería.


Un largo recorrido que continuó el actual propietario, Luis del Molino, el cual entró en titularidad de la empresa en 1997 tras un recorrido previo de formación y conocimiento del trabajo desde 1981. Tras 42 años de cara al público el material de oficina ha ido cambiando, en la sección de escritura, el actual gerente menciona que “antes se usaba prácticamente solo el boli BIC, y ahora tienes un surtido muy amplio, como también nos pasó desde los inicios de la librería, con pocos ejemplares, y ahora disponemos de un gran abanico”.
En su vida laboral enfocada al material de oficina, Luis mencionó el mayor cambio significativo que marcó para él en su empresa, a nivel de magnitud, “el momento que decidimos centrarnos en papelería y librería que pudimos traer mucho más surtido de artículos, y, sobre todo, cuando incluimos el suministro a empresas, pasar a recepción de pedidos y enviarlos”, dijo.
En todo este recorrido empresarial han cambiado de divisiones internamente, así como también se han ido cediendo el testigo en la familia, y a su vez la sede ha estado posicionada en diferentes zonas de la ciudad de Daroca, pero siempre, en una misma localización, la calle Mayor, donde se encontraba el taller de imprenta, en un inicio, y su despacho comercial. “Es el centro neurálgico del comercio y de la ciudad, así tanto los clientes habituales como los de paso, han podido encontrarnos fácilmente”, mencionó el propietario.

Una nueva vida
Actualmente, Luis invierte su tiempo en la supervivencia de su negocio con el fin de poder traspasar su negocio para que haya continuidad en el servicio de papelería. “Estoy aguantando para a ver si ya se decide alguien para cogerlo y entonces sí que prepararíamos algo de despedida porque 100 años no los hace todo el mundo”, mencionó del Molino.
Muchos son los recuerdos que se acercan hasta este establecimiento junto al proceso de desvinculación del comercio. Las fechas señaladas de la mano de las campañas, como la vuelta al cole, o “de lo que era las navidades que poníamos una exposición muy grande de juguetes, porque entonces también trabajábamos el juguete”, recordó Luis.
Una vez pueda cumplir este proceso, Luis tiene dos objetivos muy claros a los que dedicar su retiro laboral: “Quiero dedicarle el tiempo a cosas que tenía en la cartera”, comentó con el fin de viajar e invertir su tiempo en rutas senderistas cerca de casa, “me gustaría conocer al completo el País Vasco y aprovechando que tenemos aquí el club de montaña, me apuntaría a alguna de sus rutas que hacen de senderismo”, detalló Luis del Molino.

Comparte esta Noticia

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *