Hace escasos días, la Asociación Cultural y Recreativa Peña la Unión de Calamocha entregó sus galardones de reconocimiento a la sociedad por su entrega y dedicación a los demás. Una gala donde se pudo reír, a la vez que poner de manifiesto la cantidad de vida que tienen nuestros municipios. Así nos lo demostraron los Amigos de Serrablo, quienes llevan batallando desde siempre por recuperar y no dejar morir a pequeños pueblos en el Pirineo aragonés. Algo muy difícil y laborioso, como la tarea que desempeña la Asociación Pozos de Caudé con su arduo trabajo, intentando dar una sepultura digna a los familiares que fueron asesinados durante la Guerra civil española. Llevan años sin rendirse, luchando con gobiernos de diferentes ideologías. Por otro lado, la Batalla de Cutanda se ha convertido poco a poco en un referente de las recreaciones y sigue consiguiendo reunir a este barrio calamochino durante muchos fines de semana a lo largo del año con motivo de los preparativos y durante los días de su recreación. Por último y no menos importante, la vecina e incansable Conchita Puértolas, una persona altamente colaboradora e implicada en todo tipo de actos que se lleven a cabo en sus pueblos Luco de Jiloca, Calamocha y donde sea necesario. Todos ellos son dignos de este reconocimiento dejando en evidencia a muchos de nuestros representantes políticos, que ahora han sido relegados de sus cargos por la falta de acciones y actividades que pongan a los pueblos en el lugar que merecen. Solo el carácter batallador que tuvo Alfonso I puede ser el germen para prosperar como sociedad. Avanzar en derechos y libertades que nuestros abuelos consiguieron y evitar que poco a poco retrocedamos de nuevo. Esperemos que estos nuevos gobiernos no dejen al medio rural como territorio de sacrificio y apuesten por los pueblos. Batallemos todos juntos para atraer nuevos vecinos y que no desaparezca ningún servicio del mapa. Está claro que si tenemos las mismas oportunidades, podemos ser igual o más competitivos que los de los grandes núcleos de población. Para ello, solo tenemos que buscar el hueco y la oportunidad para demostrarlo. Como ejemplo, este acto organizado con elegancia desde la peña la Unión en su ceremonia de entrega de los veteranos Premios Batallador y que casi llenó el teatro auditorio de Calamocha. El futuro nos dirá si los nuevos ediles de los pueblos toman el carácter de Alfonso I y batallan para tener unos mejores municipios.