La soberanía que tiene el pueblo es un aspecto muy importante como sociedad para la convivencia vecinal y el desarrollo de cada uno de los municipios. Tras las pasadas elecciones vemos cómo poco a poco todo vuelve a la normalidad y lo que antes de las elecciones parecía que iba a cambiar, ahora se comprueba que puede que continúe igual. Tras el juego de las sillas que viene marcado con la cita electoral de las votaciones de mayo, los vecinos de andar por la calle y no afiliados a ningún partido político son los que saben actuar de forma rigurosa cuando ocurre cualquier desastre natural o despiste de gran envergadura. Es lo que pudimos observar con la supuesta desaparición de una vecina que hace uso del centro de día de la Residencia de la Tercera Edad de Calamocha, situada junto al parque municipal Rafael Angulo. Más de 300 vecinos salían a la calle con lo puesto pero llenos de esperanza, previstos de linternas, coches 4×4, motos e incluso quads. Todos ellos se unieron a la búsqueda de Vicenta, que finalmente, y afortunadamente, todo quedó en un susto ya que Vicenta se encontraba tranquilamente en su casa. Todo un ejemplo de cooperación entre los vecinos de distintos puntos de la comarca, como Caminreal, Monreal o Calamocha, que no tardaron en ponerse manos a la obra para poder dar con esta vecina. Es necesario reconocer la labor de todos ellos y alabar como ejemplo de solidaridad de los habitantes del Jiloca. Una imagen que nada tiene que ver con la que nos muestran nuestros dirigentes, donde unos van buscando el sillón y cargo, otros enseñan la pataleta tras los resultados obtenidos y otros simplemente han desaparecido. Esa unión que pudimos ver hace unos días es la que hace falta para poder obtener unos buenos recursos, mejores servicios y poder mantener vivos a nuestros municipios. Que las nuevas diputaciones sigan regando las localidades donde vivimos igual que lo hacían hasta ahora, ofreciendo los servicios y ayudas que al ser del mismo color político que los alcaldes se presuponía estaban obligados a dar. Trabajando en equipo se pueden conseguir cosas como la recuperación de la romería de Rubielos de la Cérida o evitar perder la presencialidad de la Escuela Oficial de Idiomas, aunque esto último aún no se ha publicado en el BOA.