Parece ser que esta expresión viene de tiempo atrás, dicen que
los mangas verdes eran los cuadrilleros de la Santa Hermandad,
quienes vestían de verde y se encargaban de detener y encarcelar
a los malhechores, y que habitualmente llegaban tarde, cuando los
ladrones ya se habían dado la fuga. De ahí la expresión tan comúnmente
utilizada, casi como el 7º de caballería en las películas del
Oeste.
Y se emplea para indicar que “la solución al problema ya ha venido
por otra vía, o no llega oportunamente, o ya no tiene interés,
lo que se censura es la demora en atender las necesidades o en solucionar
los problemas”.
Lo que se censura con esta expresión es la demora en atender las
necesidades o en solucionar los problemas.
Hemos asistido estas últimas semanas a una nueva “trifulca” de
medios de comunicación y políticos a cuenta de lo que han escrito
y manifestado los relatores de la ONU en materia de memoria
histórica, todo ello también a cuenta de la derogación de las leyes
de memoria histórica, caso de Aragón, o a los proyectos de Ley de
otras Comunidades Autónomas.
Que si los informes se han redactado a instancia del Gobierno Español,
que si los informes son incorrectos y que si tal y cual. Desde
luego el documento no es emitido oficialmente por Naciones Unidas,
sino por los relatores especiales, que no son miembros de la
ONU y que trabajan de forma voluntaria, sin cobrar por ello, ojo
que no les paga nadie, trabajan a título personal, no representan
a ningún estado y su función es velar por la universalidad de los
derechos humanos para su protección y garantía, contribuyen al
debate político con el fin de elaborar programas y formular políticas
acordes con los derechos universales.
Los relatores son profesionales independientes que promueven y
protegen los derechos humanos en el mundo y que son nombrados
por un período de seis años por el Consejo de Derechos Humanos
del organismo internacional.
Hasta aquí la polémica.
Ya lo manifesté en su día, se pueden derogar las leyes, pero no se
puede borrar la memoria.
En la ONU y, hasta 1955, se manifestaba que no se apoyaría ninguna
solicitud de ingreso del presente Gobierno Español, pues por
su estrecha relación con las potencias del eje (La Alemania e Italia,
fascistas), no la hacía merecedora de tener unas cualidades suficientes
o necesarias para su ingreso en la ONU.
Además mantenían la opinión de que el régimen franquista fue
impuesto al pueblo español.
Aquí lo que olvidamos es que España entró en la ONU en el año
1955, con el mismo Régimen Fascista a todas luces.
Y que pese a ser tachado de tal, fue admitido en esa organización,
los intereses que permitieron su entrada son otro tema, no sé si lo
relatores lo han tenido en cuenta.
No es que no importe lo que digan los relatores y los demás, es
que lo que pasó está en la historia y se puede leer.

EL TULIPÁN NEGRO

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