Desde el momento en que venimos al mundo hasta nuestro final, nos vemos inmersos en un constante contacto con individuos de distintas edades. Comenzamos con nuestros padres y a medida que avanzamos en la vida, esta interacción se extiende a amigos y familiares de diversas generaciones. La comunicación entre las personas desempeña un papel fundamental en el aprendizaje continuo, especialmente para los más jóvenes, quienes muchas veces aprenden a través de la observación y la imitación. En una sociedad avanzada, es crucial fomentar y fortalecer las relaciones con las generaciones mayores, basándose en el respeto y la convivencia mutua. Es verdaderamente mágico cuando se da una simbiosis entre adolescentes que enseñan a sus abuelos sobre las nuevas tecnologías, a la vez que estos últimos comparten su sabiduría sobre cómo cultivar hortalizas o llevar a cabo tareas cotidianas. La generación del baby boom, también conocida como generación silver (nacidos entre 1946 y 1964), se acerca a la etapa de jubilación. Esta generación ha disfrutado de una época de estabilidad económica y social sin precedentes en la historia, privilegio que no han tenido generaciones anteriores y difícilmente tendrán las siguientes. A diferencia de generaciones más jóvenes, los miembros de la generación silver tienen una perspectiva orientada hacia el largo plazo, lo que les permite visualizar negocios o proyectos futuros. Esta visión estratégica es altamente valorada por algunas empresas, que prefieren perfiles que piensen a largo plazo. Además, la preocupación por su bienestar físico y mental ha sido una constante en su vida, accediendo con facilidad a servicios médicos desde temprana edad debido a los beneficios laborales de décadas atrás. Por ello, es común verlos llenos de vitalidad y con un espíritu positivo y resolutivo ante los desafíos. La capacidad de ahorro y gestión financiera de la generación silver es otro aspecto destacado, fruto de su cuidado y planificación en materia económica a lo largo de los años. Su experiencia en este ámbito forma parte de su legado del cual todos podemos aprender. Absorber su sabiduría fortalecerá el autoestima, evitando la soledad no deseada, y se fomentará una integración activa de todas las generaciones en la construcción de un futuro compartido y próspero.

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