Hace algunas semanas escribía en este Comarcal sobre el linaje de los Gilbert
y ya adelantaba que fue una familia que más tarde entroncó con los Mateo,
al casar un varón Mateo con una dama Gilbert. Así fue que, en torno a
1450, Pascual Mateo, hidalgo de Odón, casó con Leonor de Gilbert, de Daroca.
Sus descendientes, con este entronque, unieron a partir de ese momento
los dos apellidos, formando uno único compuesto “Mateo de Gilbert”.
Este matrimonio tuvo cinco hijos varones y una hembra, siendo los
transmisores del linaje en Daroca y una amplia zona de su Comunidad de
Aldeas, especialmente en Monreal del Campo a donde llegaron en el siglo
XVI al entroncar, mediante matrimonio, con Rafaela Vázquez de Molina,
una gran heredera residente en aquella localidad, en la que llegaron a ser
una de las familias más poderosas, propietarias de dos magníficos palacios
o casas palaciegas que todavía se conservan.
Muy pronto, el linaje se dividió en dos ramas, ambas con solar y palacio
en la localidad, una de ellas en la plaza y la otra en la calle Costera Olma. Ambos
tenían capilla propia en la iglesia de Monreal en donde eran inhumados
sus miembros, los primeros con advocación a los santos Felipe y Santiago y
los otros a Nuestra Señora de la Concepción. Antonio Mateo de Gilbert tuvo
como descendiente a Miguel Mateo de Gilbert y éste a Pascual Mateo de Gilbert
II, Señor de los Lopardos, un rico terreno agrícola cerca de Calamocha.
Pascual casó con la también darocense, María Díez de Aux, perteneciente a
la nobleza de la ciudad, descendiente de los caballeros que acompañaron al
Rey Batallador cuando Daroca fue conquistada a los musulmanes. De este
matrimonio nacería Luis Antonio
Mateo de Gilbert y Díez de Aux, nacido
en Daroca y en donde casó con
Julia Marzo. El hijo de ambos, Pedro
Mateo Gilbert y Marzo, recibió junto
a su padre, en 1663, el Privilegio de
Infanzonía como legítimos descendientes
de Juan Gilbert, de Daroca.
Pedro casó con Teresa Borao y no
tuvieron descendencia masculina,
siendo la sucesora del linaje, su hija
Cathalina que casó con Bruno García
Laporta. En Daroca, los Mateo Gilbert
fueron feligreses de la parroquia
de San Andrés, en donde tendrían su
lugar de enterramiento, y entre ellos
hubo personajes importantes, especialmente
clérigos, como Miguel Mateo Gilbert, que llegó a ser colegial del
Colegio Mayor Santiago de Huesca, Juan Agustín Mateo Gilbert, teólogo y
racionero de la parroquia de Santo Domingo de Daroca, gran poeta y profesor
de humanidades en la ciudad y Agustín Mateo de Gilbert, racionero
de la Colegiata y un gran orador. Existen otras ramas de este linaje menos
conocidas, pero también afectadas por el privilegio de infanzonía cuya descendencia
se establecería en localidades como Montalbán o Barrachina.
Las armas de los Mateo de Gilbert, según aparecen reflejadas en la piedra
armera de la casa solariega de la plaza de Monreal, son: Escudo cuartelado:
1º en campo de azur (azul), luna contornada de plata; 2º en campo
de plata, águila andante de sable (negro), contornada, con alas levantadas y
coronada de oro; 3º en campo de gules (rojo), castillo de su color (las armas
puras de Gilbert); 4º en campo de oro, árbol de su color. Existe también en
la calle Costera Olma de Monreal una versión que consiste en únicamente
los cuarteles 2º y 3º del descrito, es decir, el águila y el castillo en un escudo
partido. Actualmente no queda en Daroca ningún blasón de este linaje, sin
embargo se conservan al menos uno en Luco y los mencionados en Monreal
del Campo.