Luisa Marín es profesora en la Escuela Municipal de Música y Danza de Monreal del Campo, donde forma a niños y usuarios de Atadi a través de una experiencia musical que describe como inclusiva y enriquecedora
Mi nombre es Luisa y soy natural de Zaragoza, por motivos laborales llevo viviendo en Monreal del Campo desde 1998. Me dedico profesionalmente a la enseñanza formando parte de la plantilla docente de la Escuela Municipal de Música y Danza de Monreal del Campo. Mi labor pedagógica va dirigida a niños y niñas de entre 3 y 7 años (MÚSICA Y MOVIMIENTO) y a personas con diversas capacidades del Centro Atadi de dicha localidad, con los que llevo trabajado desde el 2008.
Enseñar música a personas con diversas capacidades ha sido una lección de humildad y creatividad. Cada alumno y alumna tiene sus propios desafíos y habilidades únicas, mi papel como educadora es adaptarme a sus necesidades individuales y alimentar su amor por la música. Desde crear actividades sensoriales hasta utilizar instrumentos adaptados, mi enfoque es brindarles una experiencia musical inclusiva y enriquecedora. En este espacio de apoyo y aceptación no solo aprenden música, sino que también descubren su propio potencial y valor como individuos. Nos centramos en la flauta de pico o flauta dulce, con la que leemos partituras convencionales y partituras adaptadas con cifrado numéricos, colores… Lo importante es que todas y todos lean e interpreten partituras. También utilizamos la voz como elemento de expresión musical, así como danzas y ritmos acompañados con instrumentos de percusión con sonido determinado e indeterminado.
Al poco tiempo vi la necesidad de compartir estas experiencias con otros alumnos y alumnas del centro, y así surgió el grupo “BASICATADI” un grupo compuesto por los alumnos y alumnas de Atadi y el último curso de Música y Movimiento (BÁSICA II) con niños y niñas de 7 años. Juntos trabajamos todas las piezas musicales que posteriormente las interpretaran en audiciones y festivales que la Escuela de Música y Danza organiza durante el curso. Esta experiencia entre los dos grupos nos ha enseñado que la música es un poderoso agente de cambio y un puente hacia la inclusión. Estamos en un mundo donde las diferencias a menudo nos dividen y la música tiene el poder de unirnos y encontrar la belleza en la diversidad.
Una de las mayores alegrías de mi trabajo es presenciar el impacto transformador que tiene la música sobre ellos. La música les despierta emociones, estimula la creatividad y fomenta la conexión interpersonal.
Agradecer a la directora del Centro Atadi de Monreal del Campo, a las educadoras y familias por la predisposición comprensión y confianza que han depositado en mí para que este proyecto sea una realidad, realidad que tampoco sería posible sin el apoyo que siempre hemos recibido del Ayuntamiento del Monreal del Campo.
Por último expresar mi agradecimiento por tener la oportunidad de ser parte de este viaje guiándoles hacia un mundo de posibilidades a través de LA MAGIA DE LA MÚSICA.