La joven Vanessa Royo ha capturado rincones de su pueblo natal a través de una mirada especial, que la ha llevado a compartir su afición en una muestra de su arte

Desde pequeña, siempre había soñado con tener una cámara de fotos y capturar momentos únicos. La fotografía me ha fascinado desde siempre, y cuando finalmente tuve una en mis manos, supe que era el comienzo de una nueva aventura.

Comencé mi andadura fotográfica en el mundo del deporte, cubriendo distintos eventos en la provincia de Teruel. Participé en quedadas y concentraciones de 4×4 en diversos lugares como Requena y Calamocha, la Baja Aragón o el Autocross, y eventos en Masía Pelarda 4×4, desplazándome a distintos puntos de la comarca para capturar la emoción de estos momentos. La fotografía deportiva fue mi primer campo de aprendizaje, y con cada foto, sentía que me acercaba un poco más a mi pasión.

Consciente de que para mejorar era necesario formarse, empecé a realizar cursos de fotografía. Quería conocer todos los aspectos técnicos y artísticos que me permitieran sacar el máximo provecho a mi cámara. Además, me saqué el título de Piloto de Dron, lo que me abrió nuevas posibilidades creativas en mi trabajo.

Mi pueblo, Villafranca del Campo, siempre ocupa un lugar especial en mi corazón, y por ello, no podía quedar fuera de mi recorrido fotográfico. Cada vez que un manto de nieve cubre nuestros tejados o sucede algo interesante, allí estoy yo con mi cámara. Empecé capturando atardeceres, monumentos o increíbles y espectaculares lunas.

Sin embargo, el pasado verano decidí aventurarme un poco más y fotografiar las lágrimas de San Lorenzo. Con gran satisfacción, logré capturar estrellas fugaces sobre un antiguo arco y la iglesia del pueblo, creando imágenes que guardo con mucho cariño.

Este año, con motivo del Día del Orgullo Rural, decidí hacer un video sobre mi pueblo, para resaltar la importancia que tienen y que no sean olvidados y abandonados. Nunca imaginé el impacto que tendría ese video. Lo vieron personas de Madrid, Badajoz, Barcelona…, alcanzando más de 33.000 reproducciones en Instagram.

Este éxito me llevó a ser entrevistada en varios medios de comunicación, tanto en la radio como en el periódico. Fue un momento de gran orgullo personal, sin imaginar que llegaría hasta allí.
Decidida a seguir expandiendo mis horizontes, el pasado año decidí iniciarme en la fotografía infantil. Durante la época de Navidad, realicé reportajes navideños que tuvieron un gran éxito. Esto me abrió nuevas puertas, haciendo que amigos y conocidos comenzaran a buscarme para hacer reportajes de familia como sesiones de embarazo o comuniones, entre otros.

Meses previos a las fiestas patronales de mi pueblo, el Ayuntamiento contactó conmigo para proponerme realizar una exposición de fotografía durante la semana cultural. Emocionada, acepté sin dudarlo. Con la exposición “Villafranca es vida”, me inicio en este mundo, esperando que sea la primera de muchas. Dicha presentación estaba conformada por 42 fotografías relacionadas con Villafranca del Campo, donde se podían observar desde atardeceres y amaneceres, hasta las distintas fases de la luna, paisajes invernales, la lluvia de estrellas de San Lorenzo, y escenas cotidianas del pueblo, entre otras.

La exposición fue un rotundo éxito, congregando a vecinos y visitantes de la zona, quienes me felicitaron por mi trabajo. Hoy en día, la fotografía es mi mayor hobby, y mi objetivo es seguir formándome para aprender y actualizarme en todas las novedades que vayan surgiendo en este apasionante campo.

Mi sueño es, en un futuro, poder dedicarme profesionalmente a lo que tanto amo: capturar la belleza que nos rodea a través del lente de mi cámara.

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