El sectror agrario aragonés denuncia la actuación policial en la manifestación del 1 de marzo en Zaragoza

La concentración del sector agrario y ganadero del 1 de marzo en la Aljafería de Zaragoza fue una jornada muy convulsa con el enfrentamiento entre los trabajadores del campo aragonés y los efectivos de la Policía Nacional. A la cita agrícola acudieron en torno a unas 1.500 personas según el Colectivo de Agricultores y Ganaderos de las provincias de Huesca, Zaragoza y Teruel, cuyo fin era entregar una tabla de reivindicaciones al consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón, Ángel Samper, coincidiendo con la celebración de un pleno en el interior del edificio de Las Cortes. Desde el comienzo de la jornada al intentar acceder a la puerta del palacio zaragozano, encontraron oposición por parte de los agentes presentes en el puente de acceso, que finalmente pudieron cruzar y situarse en la fachada principal. La intención era poder reunirse un representante de cada provincia con el consejero “sin causar incidentes, ni violencia, etc.” apunta José Daniel Mañas, agricultor de Castejón de Tornos.


Conforme avanzó el tiempo y la negativa de acceso se hacía más contundente los nervios fueron creciendo y generando tensión. El Colectivo denunció en un comunicado la acción policial, calificándola como “desmedida y desproporcionada”. “Lo que vivimos fue una brutalidad desmesurada, no había ningún tipo de control a la hora de golpear a la gente, con golpes en cabeza, manos y dedos rotos” apuntó el representante del sector primario del Jiloca, Paco Latorre. Las consecuencias de esas cargas también dejaron otras señas visibles como “brechas, manos vendadas, moratones e incluso móviles rotos”, añade José Daniel Mañas.


La respuesta de los agricultores fue “únicamente de defensa y esquivamos los golpes como pudimos. Cuando ves que no dejan moverse de allí y ante cualquier movimiento te reciben con porrazos a compañeros y amigos, la gente responde como allí se vio” apuntó Mañas.
Como consecuencia de esos disturbios fueron citados tres agricultores por su supuesta implicación en los altercados de la Aljafería, que fueron puestos en libertad provisional. La citación derivó, a su vez, en una concentración a las puertas de la sede de la Jefatura Superior de Policía del paseo María Agustín de la capital maña, cortando el tráfico durante cinco horas el pasado 7 de marzo. Además, un día después, dos centenares de profesionales del campo pidieron la dimisión o el cese del delegado, Fernando Beltrán, frente a la Delegación del Gobierno de Aragón tras las numerosas denuncias que han recibido por sus protestas. En las últimas jornadas, Beltrán, especificó “que independientemente de que se pida o no mi dimisión, estas sanciones ya están comunicadas, con lo cual es irreversible”.

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