Desde que abriera sus puertas, hace un año, el centro que la ONG ACCEM gestiona en Burbáguena ha brindado la primera acogida a unos 150 refugiados. Hasta la localidad jilocana, se han trasladado personas que viajaban solas o en familia; de países europeos, latinoamericanos o africanos, y de diversos rangos de edad.
Todos han llegado hasta este territorio huyendo de una situación que les hacía incluso temer por su vida. A partir de ahora, una vez al mes, algunos compartirán su experiencia de forma anónima en la contraportada de El Comarcal del Jiloca, en una sección que se denominará Historias rotas. “En los últimos meses, para nuestros usuarios se han producido muchos cambios a muchos niveles y con muchas consecuencias en el plano emocional”, contó la directora de ACCEM, Sonia Salcedo. Con el fin de “poner voz” a unas historias que “piden a gritos salir”, surgió esta propuesta de colaboración por parte de ACCEM, que pretende que la sociedad comprenda mejor la situación de los usuarios y empatice con ellos.
El primer relato aparece en la contraportada de esta misma edición y es un testimonio de cómo la guerrilla colombiana ha segado numerosas vidas. Relatos como este servirán para recordar los conflictos y opresiones que se producen en el mundo, aunque el foco mediático no esté sobre ellos.