Los poyeros vivieron con ilusión la XXVI edición del Encuentro con Mío Cid
Una vez listo el reclutamiento de tropas en El Poyo del Cid, el ambiente festivo, con bailes, humor y sonidos medievales, inundó la zona del campamento, situado en la entrada de la localidad, durante el XXVI Encuentro con Mío Cid.
Tras los bailes y la animación junto a Charraire Folk, se hizo entrega del séptimo Premio Campeador, que este año tuvo un carácter solidario al recaer en la Peña Ciclista El Rayo.
Un grupo de ciclistas, del que forma parte el poyero Francisco Sánchez, recorrió casi 200 kilómetros desde Sagunto hasta el barrio calamochino como reto, además de recaudar fondos para la Asociación Anjel con J de joven.
Francisco Sánchez manifestó su orgullo durante la jornada: “Como siempre lo hacíamos porque nos apetece, decidimos hacerlo por una buena causa, y buscamos esta asociación, llegando a conseguir 3.000 euros”, detalló.
Miguel Sánchez Tejero, integrante de la Peña Ciclista El Rayo, explicó que la Asociación está integrada “por niños con parálisis cerebral y autistas, con 60 miembros”.
La vigésimo sexta edición estuvo marcada por el cambio de emplazamiento de las actividades, ya que únicamente las programadas por la mañana del 8 de junio se desarrollaron en el terreno que ya es propiedad municipal, sobre el que se levanta el campamento.
Según comentó el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Calamocha, Inocencio López, -presente en el Encuentro- el consistorio llegó a un acuerdo con el propietario del terreno para adquirir la finca para instalar el campamento y hacer otras actividades.
López recordó que “hay que fomentar la historia del Cid y qué mejor sitio que en El Poyo del Cid”. Además del edil calamochino, a la jornada también asistieron otros representantes, como el presidente de la Comarca del Jiloca, Francisco Javier Hernández, incorporado en las últimas semanas a la actividad de la institución comarcal, y el portavoz del PAR en las Cortes de Aragón, Alberto Izquierdo, entre otros.
A pesar de las lluvias y las inclemencias meteorológicas, los poyeros y visitantes disfrutaron un año más de esta consolidada cita que mantiene viva la ilusión y es un fiel reflejo del esfuerzo y la colaboración de los vecinos.