Andrea Iorga es agricultora y empresaria, alcaldesa de Lagueruela y consejera en la Comarca del Jiloca. Y desde este año, una de las mujeres que presenta el Calendario ‘Pioneras’, impulsado desde la Diputación de Teruel y la Subdelegación del Gobierno de Teruel. Protagoniza el mes de julio de 2024, en cuya ilustración se la ve subida a su tractor, acompañada de unos versos en los que se hace referencia a sus raíces rumanas, así como a su arraigo por su pueblo, en el que vive desde hace quince años.
-¿Se ha dedicado siempre a la agricultura?
-Llegué con 16 años y me he dedicado a la hostelería unos cuantos años. Después, en Lagueruela, mis suegros y mi marido tenían una granja de conejos, y ahí fueron mis inicios en la agricultura y la ganadería. Conforme fueron pasando los años, a mí me gustaba lo que hacían ellos, el ir con el tractor a labrar, a sembrar, a lo que había. Y poco a poco, el abuelo me fue enseñando, él fue mi maestro. Cada vez me gustaba más, y me gusta más, me encuentro súper a gusto, si no fuera por la sequía que nos está haciendo estragos ya en los últimos dos años, pues yo feliz y contenta de trabajar en el campo.
-¿Cómo afronta la situación actual del campo?
-Creo que todos los agricultores de secano miramos siempre al cielo. Dices: a ver si llueve, si no apedrea con estas tormentas y nos deja recoger lo poco que tenemos ahora mismo. Porque hay poca cosa, pero por lo menos si nos deja recoger lo que hay, sembraremos al año que viene.
-También es empresaria, tiene una empresa de escabechados, Laurel y Tomillo, ¿cómo lo compagina?
-Bien, a ratos, a días, es difícil. Tener otro negocio y el campo, pues, bueno, lo vas llevando, y luego está el tema de la conciliación, que esa es otra.
-¿Es complicado conciliar?
-Es horrible. Tengo un hijo de 15 y la pequeña tiene 8 años. Voy fatal, con un estrés continuo. El único rato que tengo es cuando me despierto por la mañana, a las seis y media, y estoy media hora o así tomándome el café tranquila. Es el único rato.
-A lo que se suma su función como alcaldesa de Lagueruela y consejera en la Comarca del Jiloca. ¿Por qué se involucró en política y qué ha aprendido en este año?
-Aprender, voy aprendiendo sobre la marcha, porque nadie nacemos enseñados, pero la verdad es que me gusta. Si está en mis manos poder hacer algo por mi pueblo o por la comarca, ahí estoy, yo siempre intentaré dar el 200%, o sea, siempre estoy dispuesta a echar una mano, intento aportar ideas. En el Ayuntamiento intento hacerlo lo mejor que puedo, porque es un tema complicado. Porque llegas y te piensas que no será tan difícil, pero sí que lo es y nunca llueve a gusto de todo el mundo.
-¿Qué le llevó a presentarse a las elecciones?
-Lagueruela es un pueblo muy pequeño, durante todo el año no llegamos a las 40 personas. Entonces, antes de que venga alguien de fuera que no sepa las necesidades del pueblo, siempre he pensado que los que estamos en el pueblo, lo que tenemos que hacer es rotar cada cuatro años uno. Porque sabemos las necesidades de nuestro pueblo, sabemos lo que necesita el pueblo para crecer, para tener mejores servicios y mejorar la calidad de vida de los vecinos.
-En la poesía se hace referencia a que su abuela le enseñó a amar la tierra, ¿qué aprendió de ella?
-Mi abuela es la persona más importante de mi vida. Siempre lo ha sido. Desgraciadamente, la mujer ya falleció hace nueve años, pero ha sido la persona que me ha marcado todo, desde que tengo uso de razón. Todos sus aprendizajes fueron haciendo la persona que soy, porque mi abuela tenía viñas y huerto, y mi abuelo trabajaba de albañil y se iba y venía cada dos semanas a casa. Mi abuela ha criado cuatro hijos, se ha hecho cargo de su casa, de sus campos y de sus cosas. Entonces, yo lo he vivido con ella en primera persona. Y gracias a eso, he visto el esfuerzo que ella hacía y me ha parecido siempre una mujer muy valiente y yo siempre he dicho que quería ser como mi abuela.
-¿Considera que la mujer ha sido la gran desconocida del sector primario?
-Es el caso de mi suegra, por ejemplo. Sí, mi suegro y mi marido siempre han estado allí cara a la gente, pero realmente la que llevaba todos los papeles, la economía y todas estas cosas y luego trabajaba también, pues era ella. Pero a ella la ha visto la gente mucho menos de que los han podido ver a ellos. Ahora tenemos más visibilidad, que es súper bueno, pero para mí la igualdad es lo que yo vivo en mi casa, por ejemplo. Mi marido no es menos que yo, ni yo soy menos que mi marido. Los dos trabajamos por un igual, las cosas que puede hacer él, las puedo hacer yo, y las cosas que hago yo, las puede hacer él.
-¿Cómo se siente al formar parte del Calendario?
-Emocionada porque no te lo esperas, porque yo me veo como cualquier otra mujer de la zona. Me ha sorprendido.
-¿Es el Jiloca una tierra de pioneras?
-Creo que muchas de la comarca, pero no se les ha dado la suficiente visibilidad, y cada día habrá más.
Dios te bendiga Andrea