Cambio de ciclo

La época estival suele marcar para la mayoría de los municipios un antes y un después en la vida cotidiana de los pequeños y grandes pueblos. Es el momento de volver a ellos y regresar con los abuelos y resto de familiares que han decidido quedarse en el medio rural y mantenerlo durante los 365 días del año. Este cambio de ciclo suele conllevar un mayor esfuerzo a los consistorios porque deben tener todo a punto para que “los agosteros” puedan disfrutar de todas las comodidades junto a “los de mantenimiento”. En Calamocha, pese a los esfuerzos por llevar adelante la piscina municipal climatizada, se han tenido que esperar unas semanas para poder darse el primer chapuzón del verano. Primero, fue la licitación a la que únicamente se presentó una única empresa. Después, llegó la guerra de Ucrania seguida de abundantes lluvias, mientras se celebraban unas elecciones municipales y autonómicas. Pese a los numerosos esfuerzos por llevar adelante el proyecto, los plazos dados por la empresa adjudicataria a los ediles municipales no se cumplieron y por tanto se desplazaron a otras piscinas de nuestro entorno para disfrutar de ese ansiado primer chapuzón. Una vez pintada y puesta en funcionamiento, se puede decir que la calidad del agua y el vaso de la piscina han mejorado considerablemente. Ha merecido la pena esperar, aunque a todos nos hubiera gustado haberla podido disfrutarla antes. Quizá la excesiva carga de trabajo de los diferentes técnicos municipales hace que en numerosas ocasiones no se llegue a todo, aunque para esto se ha intentado buscar refuerzos sin mucho éxito. Quizá también, ser la única empresa que se haya presentado a la licitación de la piscina condiciona esta labor de control ya que no se podría rescindir el contrato y volver a licitar. El trabajo ha sido complicado, pero renovar un sistema de depuración que estaba instalado desde hace más de 30 años ha sido una tarea complicada. El siguiente objetivo para los bañistas es poder hacer esto mismo pero a partir del mes de octubre/noviembre, disfrutando de una piscina climatizada en óptimas condiciones, tal y como se mostró en el proyecto de cerca de 800.000 euros. También es importante recalcar que Roma no se hizo en un día y que la paciencia y comprensión a veces brilla por su ausencia, en ocasiones procedente de personas que no están ni empadronadas en el propio municipio.