Tierras de agroalimentación

Nuestra región se ha destacado en el desarrollo de industrias dedicadas a la agroalimentación. Contamos con fábricas de pasta, granjas de huevos, secaderos de jamones, producción de loncheados, derivados de la trufa y una amplia gama de productos elaborados con gran calidad. Estas fábricas brindan empleo a una parte significativa de la población rural, contribuyendo de manera crucial a evitar el declive de muchas zonas rurales.
Es fundamental apoyar y consumir los productos de estas empresas, ya sea realizando compras en tiendas locales o supermercados, para fortalecer nuestra economía local. Aunque es importante mantenernos competitivos y adaptarnos a las nuevas normativas, los gobiernos deben facilitar el acceso al suelo industrial para estas industrias, en lugar de poner trabas que retrasen su crecimiento. La diversificación de los sectores productivos es esencial en territorios poco poblados, ya que nos permite enfrentar mejor los desafíos futuros. Fomentar la colaboración entre empresas y la cooperación entre individuos es un valor fundamental, especialmente en tiempos en los que las metas de la agenda 2030 parecen desvanecerse. Aplaudamos y reconozcamos el valioso aporte que nuestras industrias agroalimentarias hacen a la región, impulsando el crecimiento económico y generando empleo y servicios en nuestras comunidades. No desaprovechemos la oportunidad de seguir expandiendo nuestro sector, siguiendo el ejemplo de estas empresas que enfrentan el desafío de encontrar personal cualificado. Es vital también estar vigilantes para garantizar el respeto a los derechos laborales y el cumplimiento de las obligaciones necesarias para la sostenibilidad de futuras empresas que busquen establecerse en nuestra región. Es necesario apoyar a las empresas existentes consumiendo sus productos y creando un entorno favorable para su crecimiento, lo que nos permitirá mantener la población local, fortalecer los servicios y seguir exportando la calidad de nuestros productos a nivel mundial.