El Comarcal del Jiloca celebra sus 25 años de trayectoria en las comarcas de Daroca y Jiloca. Al revisar las portadas y periódicos de todos estos años, hemos refrescado de nuestra memoria el ambicioso proyecto “Jiloca Laqua”. Un proyecto que se presentó en sociedad en 2014 y que finalmente fue desestimado en 2016 tras un estudio de viabilidad encargado por el Ayuntamiento de Calamocha. ”Jiloca Laqua” tenía como objetivo destinar 18 millones de euros para la creación de un complejo turístico con más de 44 hitos destacados, como el géiser, la torre de oficinas, balneario y competiciones acuáticas.
Lamentablemente, nada de esto se llegó a conseguir en el entorno del pantano de Lechago, una infraestructura inconclusa en la que la CHE ha invertido cerca de 73 millones de euros y que sigue en periodo de obras. Este proyecto generó grandes expectativas en la sociedad debido a su innovación y entusiasmo durante su presentación en los salones de la Comarca del Jiloca. Sin embargo, no se ha sabido nada más ni por parte de los impulsores, ni por parte del Ayuntamiento de Calamocha. El cual concluyó su estudio de viabilidad afirmando que serían necesarios más de 103 millones de euros y salvar diferentes escoyos con distintas administraciones como la CHE o el Ministerio de Medio Ambiente, el proyecto quedó en pausa. Aunque se logró redirigir parte del presupuesto para finalizar la residencia de ancianos pública, ubicada junto al parque municipal, y proporcionar un espacio idílico para nuestros mayores, aún hay incertidumbre sobre los inversores privados y el futuro del proyecto original. Lo que sí que debemos tener claro es que en nuestras comarcas falta un proyecto tractor impulsado por la administración regional, al estilo de Motorland o el Aeropuerto de Teruel. Si bien se han presentado numerosos proyectos y promesas, es crucial pasar de las palabras a la acción y centrarse en inversiones reales. Es hora de dejar de lado las promesas vacías y enfocarnos en proyectos concretos y viables que impulsen el desarrollo y la inversión en nuestras comarcas. En lugar de revivir antiguas promesas electorales cada cuatro años, busquemos soluciones pragmáticas y equipos comprometidos con el progreso real de nuestra región.