No soy capaz de dejar de tararearla… Sí, señores, un merengue
puro azúcar de Carolina Giraldo o Karol G para los adictos a este
tipo de música. No crean, no es mi intención reivindicar a la artista
colombiana que, vive el cielo, no lo precisa. Qué no daría yo
por disfrutar de una ínfima parte de sus fans o seguidores o, en mi
modestísimo caso, lectores.
¡Ay, bebé! Qué tiene esta embriagadora canción, quizás su letra
sencilla, fresca y callejera en el mejor sentido de la palabra, lejos
de elevadas filosofías, o su ritmo de 2/4, dicen que así se baila,
dulcemente, que te mece con suavidad hacia aguas cálidas y te
zambulle en un mar de corales de brillantes colores.
Cierro los ojos, ahí estoy. Si antes te hubiera conocido es sabor
y color, rezuma alegría y felicidad por todas sus notas. Habla del
amor imposible o platónico, a todos nos ha sucedido, de ese que
nos hace galopar desbocados cada vez que pensamos en él, es decir,
sentirnos vivos. ¿Qué hubiera sido? Nunca lo sabremos, cierto,
pero tal incertidumbre nos provoca a la vez una sensación muy
placentera en la que nos recreamos imaginando… ¡Rulay!