La llegada del nuevo año comienza con ilusión, esperanza y buenos propósitos para renovar y hacer por fin aquellas cosas que ha sido imposible llevar a cabo durante el año anterior. Actualmente, estamos inmersos en una espiral de coronavirus que todo lo inunda y, en ocasiones, el sentido de estos propósitos se desvanece, ya que el covid siempre gana.
A pesar de esta lucha constante por parte de la sociedad, el simple hecho de escribir en un papel esos propósitos conlleva replantearse muchas de las actividades que realizamos por inercia, y puede ser un motor de motivación personal. A nivel local, algunos de esos propósitos fueron las tan ansiadas empresas que se anunciaron con la llegada del macromatadero alemán Tönnies cuya firma debía haber tenido lugar este marzo del 2021, aunque meses más tarde todavía no existe un documento cerrado que firmar.
Esperemos que este propósito de hace dos años se convierta en una realidad, y llegue finalmente a nuestra zona. Unas comarcas que languidecen de población para mantener esta España Vaciada, pero que no vacía. Poder contar buenas noticias este 2022 debería ser una prioridad, donde la información abunde por tener numerosas actividades en nuestras dos comarcas y durante todas las épocas del año.
Esperemos no tener que contar que cierran nuestros colegios, que el agua de boca sigue siendo intratable, que se cierran localidades por falta de vecinos y que al final este territorio se puede quedar como una amplia reserva de caza y recursos donde las capitales viene a expoliarlos para abastecer a las grandes potencias.
Además para este 2022 nos gustaría contar que por segunda vez consecutiva han nacido numerosos niños y niñas en nuestra provincia de papás jóvenes que apuestan por su regreso al medio rural. Será difícil contar en este nuevo año que nuestros políticos se han puesto de acuerdo alguna vez, aunque solo sea para que no nos quiten los servicios que ya tenemos. Todo propósitos de nuevo año, ¿alguno se cumplirá?