CURIOXILOCA
Centro de Estudios del Jiloca

Parece que Pascual Alda Cutando estaba destinado a entrar en guerra contra el mundo. ‘Cucalón’ – así lo apodarían dentro del movimiento libertario – nació en Burbáguena en 1905. Tuvo una infancia y adolescencia difícil dentro de una familia de agricultores, siendo detenido por primera vez a los 15 años por el robo de una manta.


Emigró a Barcelona ya de joven, donde tomaron preso de nuevo por viajar sin billete en el ferrocarril. Probó suerte volviendo a Zaragoza, pero regresó al pueblo para trabajar de lo que le saliera. Allí entró en conflicto con Pantaleón González, compañero de trabajo y vecino que le acusaba de haberle rajado un toldo años atrás. La redecilla fue escalando hasta que Pascual lo mató de un tiro, según su versión, en defensa propia. Fue condenado a 17 años de prisión, de los que cumplió seis.
Después de su liberación en 1929 se movió entre Barcelona y Zaragoza, trabajando en la construcción. Ahí entró en contacto con la CNT y la FAI zaragozana, conocida como “La perla negra del anarquismo español” por su importancia dentro del movimiento. Su actividad dentro del grupo hizo que volviera a visitar de forma habitual el calabozo. Participó en distintas huelgas y manifestaciones, quizá la más conocida la de Telefónica de 1931 en Barcelona, donde fue acusado de sabotear la red al cortar los cables. En tiempos de República fue cambiando habitualmente de domicilio, táctica común entre estos ‘hombres de acción’.


Al producirse el Golpe de Estado del 36, muchos de sus compañeros fueron asesinados. Pascual consiguió huir a Fuendetodos, zona todavía republicana, y unirse a “Los hijos de la noche”. Este grupo de guerrillero de las CNT-FAI se dedicó desde octubre de 1936 a enero de 1937 a infiltrarse en Zaragoza, contactar con compañeros anarquistas que estaban escondidos y sacarlos de la ciudad. “Los hijos de la noche” fueron los encargados de llevar a cabo esta Gran Evasión aragonesa, logrando salvar la vida de más de trescientas personas contrarias al alzamiento.
Los guerrilleros caminaban 42 kilómetros, realizando la operación en dos tandas. Primero, salían de Zaragoza hacia el Barranco del Diablo, donde pasaban la noche para seguir hacia Fuendetodos. Su lema era “No puedes perder más, solo puedes perder la vida”, reflejando tanto el riesgo como el carácter desesperado de sus incursiones. Pascual Aldo participó en estas bajo el alias de ‘Cucalón’, omitiendo su nombre real y apareciendo bajo este pseudónimo en los registros de estas operaciones.


La expedición más importante se produjo en enero de 1937. Tenía como objetivo sacar a más de cien personas, entre ellas mujeres y niños. Todo estaba calculado al milímetro. Los más jóvenes se vistieron de falangistas y soldados, circulando libremente por las calles de Zaragoza. Las bocacalles de salida estaban controladas por guerrilleros que simulaban ser gente del barrio, pero que ocultaban pistolas y bombas de mano. Cucalón estaba al frente de la expedición de auxilio que se encontraba a mitad de camino con agua y víveres para recibir a los que salieran de Zaragoza. A la hora convenida, 108 personas empezaron a marchar desde el punto de encuentro. Poco antes de salir de Zaragoza, apareció una patrulla de Falangistas que ordenaron el cuerpo a tierra. Los anarquistas pidieron a los suyos que nadie disparase hasta que el contrario lo hiciera, al fin y al cabo, podrían ser compañeros disfrazados. Tras el primer tiro falangista, los Hijos de la Noche se defendieron con tanta precisión que los fascistas se retiraron, logrando huir al bosque próximo y encontrándose con Cucalón y los auxilios.


Después de esta operación se comenzaron a suspender las evasiones, pues era imposible garantizar la seguridad de los implicados. Los hijos de la noche – junto a otros grupos – se centraron en otras actividades como el espionaje, el sabotaje, la toma de prisioneros o los golpes de mano para desmoralizar al enemigo.
Con la militarización de las columnas y la creación del Ejército Popular a principios de 1937, Pascual acabó en una de las Brigadas Mixtas. En la Toma de Raudilla del 4 de agosto, fue herido gravemente, y aunque el pueblo fue tomado por los republicanos, el burbaguenero falleció tres días después.

Si quieres más información al respecto, tienes el artículo completo de Agustín Martín Soriano, David Pardillos Martín y Serafín Aldecoa Calvo en la revista Xiloca 51. Para más información, puedes mandarnos un correo a secretaria@xiloca.com. Y tú, ¿conoces historias o tradiciones como estas? ¡Queremos conocerlas!


Acércate, pregunta, curiosea.

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