Hace algunas semanas celebrábamos en Daroca la Feria Medieval, centrada este año en el personaje de Miguel de Bernabé, héroe baguenero de la Guerra de los dos Pedros que defendió una parte de la muralla de Daroca. Don Miguel se puso a las órdenes del alcaide de Daroca, que en esos momentos era don Pedro Gilbert Brun, personaje perteneciente a este linaje al que hoy me referiré, que está acreditado en Daroca desde el siglo XIV, precisamente en la persona de Pedro Gilbert, que ya se menciona como asistente a las Cortes Aragonesas de 1328 y que en 1344 aparece como procurador del rey Pedro IV de Aragón. Cuatro años después, don Pedro y los procuradores de Daroca se reunieron en Cariñena con don Pedro de Luna para diseñar una estrategia común en la defensa del Rey contra los caballeros de la Unión, que se oponían al poder real. En 1356, Pedro Gilbert combatió también por su rey en Cerdeña, siendo premiado por el Monarca con el castillo de Cubel, próximo a Daroca, de cuya fortaleza era ya su alcaide. Un año más tarde don Pedro defendió de los castellanos también el castillo de Used, y en 1363, en pleno cerco de los castellanos a la villa de Daroca, don Pedro, al mando de las Milicias Concejiles, combatió a los castellanos, obligándoles a levantar el asedio.
A principios del siglo XV, otro Pedro Gilbert, nieto del defensor de Daroca, fue el primer señor de la villa de Plenas, y tanto el como sus descendientes mantuvieron constantes pleitos con la Comunidad de Aldeas de Daroca durante todo ese siglo sobre la jurisdicción y los límites de esa villa con la Comunidad hasta que esta fue vendida en 1500 por Pedro Gilbert Palomar, cuarto señor de Plenas. Su antecesor, Pedro Gilbert Francia estuvo presente en 1460 en la jura del rey Juan II. Tres años más tarde, Juan Gilbert, arcediano de Teruel era también Diputado del Reino por el brazo de la Nobleza.
Entre tanto, en 1428, dos hijos del primer señor de Plenas asistieron a las Cortes Aragonesas Pedro Gilbert, que más tarde heredaría el Señorío de Plenas, como procurador del Conde de Luna y Juan Gilbert, que llegó a ser un gran jurista, por el brazo de los Caballeros del Reino. Ambos asistieron también a las Cortes de 1436 en las que fueron asignados para investigar las incursiones que los castellanos estaban llevando a cabo en tierras aragonesas.
Durante el reinado de Juan II, rey de Aragón y Navarra, hijo de Fernando I, Juan Gilbert fue uno de sus caballeros de confianza y perteneció a su Real Consejo, siendo sus servicios premiados con un Real Privilegio de Nobleza el 14 de diciembre de 1461, por el que los Gilbert alcanzaban el rango de varones y Ricos-hombres de Aragón, otorgado con carácter hereditario tanto por línea de varón como de hembra. Entre los descendientes ha habido hombres de guerra, pero también abogados y juristas.
El linaje tuvo continuación con el hijo, llamado también Juan, y una hermana de este, Leonor, que casó con Pascual Mateo, cuyos descendientes fueron portadores del entronque Mateo de Gilbert, de cuyo linaje escribiremos más adelante.
El apellido Gilbert se encuentra actualmente extendido por una buena parte de España y de Europa, incluso por los E.E.U.U., especialmente en los estados de Conéctica, Pensilvania y Masachusets.
Existen varias versiones del escudo de este linaje; describo aquí el usado por Juan Gilbert, consejero del rey de Aragón Juan II. Se trata de un blasón puro: En campo de gules (rojo) castillo en su color superado de corona de oro.