Las calles de Daroca están donde han estado siempre, sin embargo sus denominaciones han ido cambiando en función de cada momento de la historia. Aunque ya hemos recordado las calles de Daroca en otras ocasiones, me referiré hoy a estos cambios.
A principios del pasado siglo algunas de las calles y plazas más conocidas cambiaron sus nombres, como la Plaza de Diego Madrazo, anteriormente conocida como plaza de Santiago o del Mercado, pasó a ser llamada del Capitán Fermín Galán y el nombre de la calle Cardenal Soldevila, puesta en honor del arzobispo zaragozano asesinado en 1923, fue cambiado por el de Capitán Ángel García Hernández, ambos oficiales del Ejército, fusilados el 14 de diciembre de 1930 por pretender proclamar la República en Jaca, y que al instaurarse ésta en 1931 fueron considerados héroes y en muchas ciudades españolas les dedicaron calles y plazas, incluso la propia República tuvo su plaza en Daroca por esas fechas en la antes llamada de la Merced, y hasta estuvo a punto de cambiar el nombre de la calle Mayor por el de Pablo Iglesias, fundador del PSOE en 1879.
Pero estas denominaciones volvieron a cambiar pocos años después y a la plaza de Fermín Galán se la llamó del Generalísimo, aunque la mayoría de la gente siguió llamándola plaza de Santiago, porque sin duda, así sería llamada cuando existió en ella la iglesia del mismo nombre, y que recuperó en los años 80 del pasado siglo, fechas en las que se devolvieron a sus calles nombres tradicionales como Valcaliente, Arrabal, San Lorenzo y las plazas de San Pedro y del Rey. También se pusieron nombres nuevos como Zaragoza, Calamocha, Diputación de Zaragoza, Cortes de Aragón, Avenida de la Libertad, y Paseo de la Constitución, al hasta entonces llamado de Esnárcega y plaza de la Comunidad a la de Antonio Zubiri.
Se pusieron entonces nombres a calles nuevas o que no lo tenían como Coral Darocense, veterana agrupación de esta ciudad en esa disciplina, Luchente, lugar donde según la tradición se produjo el milagro de los Corporales, plaza de Ildefonso Gil, Padre de las Letras Aragonesas, Pedro Sánchez Ciruelo, sabio, matemático y polígrafo darocense, fallecido en Salamanca en donde era catedrático, Pablo Bruna, uno de los mejores organistas de la España del siglo XVII conocido como “El Ciego de Daroca” o Toribio del Campillo, historiador, escritor y archivero, queriendo recordar a darocenses excelentes de distintas épocas y disciplinas como lo fue el rabino Josef Albó, que tiene su calle en el barrio de la Judería de la ciudad y a reyes o gobernantes que dejaron huella como Alfonso I o Ramón Berenguer IV, o a la figura del Justicia de Daroca en recuerdo de la independencia jurídica que tuvo Daroca desde la Edad Media hasta el siglo XVIII.
Se quiso recordar el pasado musulmán de Daroca con las calles Tuyibíes, primeros pobladores musulmanes originarios de Yemen, y a su primer gobernador, Abderramán el Tuyibí o al médico Abu Mohamed, hombre de gran prestigio científico, nacido en Daroca hacia el año 1050 y a aquellos musulmanes que se quedaron aquí tras la conquista cristiana, los Mudéjares, y a las famosas tropas de choque de la Corona de Aragón, los Almogávares, que llevaron el nombre del Reino por todo el Mediterráneo en los siglos XIII y XIV.
Seguramente son muchas más las calles que habrán cambiado de denominación en las distintas épocas de la historia de nuestra ciudad, pero también es cierto que a algunas de ellas la gente sigue llamándolas con su nombre tradicional, que en muchos casos no tiene nada que ver con el oficial.