El comienzo de la Semana Santa darocense lo marca el Domingo de Ramos con la procesión en la que participan varios miembros de todas las cofradías que durante los días posteriores procesionan con sus imágenes en distintos recorridos desde sus sedes hasta la Basílica, en donde las depositan hasta la procesión del Viernes Santo.


Esta procesión, llamada también del Santo Entierro, se remonta a tiempos muy lejanos en los que participaban las órdenes religiosas establecidas en Daroca, así como sus antiguas siete parroquias. Pero las verdaderas protagonistas fueron y son las cofradías, algunas que continúan en activo, documentadas desde el siglo XVI, otras se han extinguido y otras se fueron fundando posteriormente. Algo que tienen en común todas ellas es que mantienen una tradición familiar, yendo ya por su cuarta o quinta generación, en el caso de las más antiguas, entre las que se encuentra la de Nuestra Señora de la Soledad, que se remonta, al menos, hasta 1584, y es la que lleva a cabo el descendimiento el día de Viernes Santo, y en la procesión es portadora de varios pasos: la Cruz del Sudario, la Cama con Jesús yacente y la Virgen Dolorosa.


Otras cofradías, también muy antiguas —aunque sin demasiados datos sobre su fundación— son la del Ecce Homo que porta un paso conocido como el Balcón de Pilatos, y la del Nazareno que porta una imagen de Cristo con la Cruz a cuestas. Una magnífica imagen de Cristo en la Cruz es portada por la cofradía del Cristo de la Agonía que se fundó hacia mitad del siglo XX. En fechas similares se constituyó la de Nuestra Señora de la Piedad, que tiene su origen en Escolapios, de hecho la imagen con la que procesionan estaba en una capilla de su iglesia y se sacaba en la procesión bastantes años antes de ser fundada la cofradía como tal. Actualmente cuenta con una numerosa banda de tambores.


Durante años participaron también en la procesión “las Manolas”, algo muy habitual en otros lugares, que en Daroca solían ser las mujeres de los cofrades de la Piedad. Últimamente se ha recuperado ese elemento tan pintoresco.


La última incorporación en cuanto a cofradías es la del Cristo de la Flagelación que procesionan con una antigua imagen de Cristo atado a la columna. Son también los de esta cofradía los que recrean a los soldados romanos que acompañan a la procesión, y cuenta además con banda de tambores.
La Procesión la inicia la Cruz Parroquial seguida de la Virgen de los Dolores, el Cristo de la Flagelación, el Balcón de Pilatos y el Cristo Penitente. Este paso, el “Penitente”, no es una imagen, sino una persona que solicita “sacar la Cruz” y cuando le toca por lista es vestido de Nazareno, a veces con grilletes en los pies y descalzo, y hace todo el recorrido con la Cruz a cuestas ayudado por el cirineo que él mismo ha elegido. Le siguen los pasos el Nazareno, el Cristo de la Agonía y la Virgen de la Piedad. Tras ellos la Cruz del Sudario, la Cama del Santo Entierro y la Dolorosa. Cierran la Procesión los Maceros del Ayuntamiento, la Parroquia y Corporación Municipal con el párroco y alcalde a la cabeza. Junto a ellos, las autoridades militares y la Banda de Música.


Antiguamente todos los pasos se portaban a hombros, pero en la actualidad la mayoría van ya sobre ruedas. Algunas de las tallas mencionadas, de gran valor artístico, han sido restauradas en los últimos años: el Cristo de la Flagelación, la Dolorosa, la Piedad y el Cristo de la Agonía.

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