Hoy, me tomo un descafeinado al desayuno, después de mi corto descanso, desesperado por desoír mis deseos.
Hoy, es un día de desorden, despropósitos, descontrol, desmadre, desesperanza, desilusión, desconcierto, desconfiante o, mejor, definirlo como desdicha, desaliento, desconocimiento, destiempo, despropósito, desatino o desequilibrio.
Después de un día «des-«, como hoy, me siento desdichada, desafortunada, desbordada, deshecha, descontenta, desanimada y desgraciada.
Es un día «des-«, de los que, después, te despedirás.
Un día «des-«, de los que despido a mi devenir, deshaciendo lo malo y descansando, sin desaparecer.
En un día «des-«, desaprovechas todo, desmientes cualquier pequeño desamparo o desasosiego.
¡Es un día «des-«!