GRACIAS

Dic 22, 2022

Diciembre, ya han pasado cuatro meses de aquellos maravillosos días de agosto que nunca podré olvidar. Unos días especiales donde los haya y en los cuales pude comprobar que hay gente excepcional, que hay gente con gran corazón y que me demostraron un gran aprecio, que casi confundo con amor.
Maravilloso aquel 30 de julio en el que la mezcla de nervios y alegría colmaba aquel vestido verde.
Todo el resplandor de las bellas jóvenes y de la caballerosidad de mi amigo se dispersaban en gotas de lluvia. El viento parecía arrancar los cabellos, y todo el pregón, preparado con tanta cautela, se traducía en palabras improvisadas, pero llenas de cariño y emoción.


Esa lluvia parecía que quería arrebatarme el protagonismo o quizás poner a prueba mi coraje y tesón. Fueron minutos llenos de casi rabia contenida, pero donde mis sentimientos afloraban y reflejaban lo que quería transmitir a una gente, que aún mojándose, esperaba mis palabras y por qué no decir, mi lucha contra los elementos.


Maravilloso fue cuando arriba en el balcón, ese 14 de agosto, un cúmulo de sensaciones y sentimiento se agolpaban en mí; no podía aguantar tanto bien. Mi corazón latía fuerte, mi respiración se entrecortaba y las primeras lágrimas resbalaban por mi mejilla.
Eran muchas personas al unísono gritando mi nombre y todo retumbándose en mis oídos como si se tratase de una bella canción. A su vez, esa enorme pancarta blanca que me llamaba la atención con un adjetivo tan aragonés como contundente.


Es difícil definir ese momento y otros muchos, muchos que viví en este San Roque 2022. Será algo que jamás podré explicar, ni podré agradecer suficientemente.
Todas las voces y sonidos los he grabado en mi corazón como si de un potosí se tratase.
Ahora, que ya han pasado meses, reflexiono y pienso ya en frío, viendo todo como una utopía, una experiencia tan gratificante y bonita que diría fue un precioso sueño. Por ello, quiero y no sé si podré expresar lo que realmente agradezco.


Quiero dar las GRACIAS a todos los que hicieron posible que yo llegase a Mantenedora, y a todos los que asistieron , a todos lo que me llamaron, a todos los que me felicitaron, a todos los que me besaros y a todos los que todavía hoy me hacen sentir importante.
De verdad, y con lágrimas en los ojos, GRACIAS, jamás podré agradecer todo lo que me habéis aportado como experiencia y como enriquecimiento a mi persona.


Erais parte de mi vida, pero ahora sé que tengo grandes tesoros, grandes amigos y grandes personas a mi alrededor.
GRACIAS, GRACIAS Y mil GRACIAS a todos.

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