¡Hola! soy Rosa, creo que todo el mundo me conoce por mi colorido y mi especial significado; no obstante, me presentaré.
Soy una camiseta muy, muy especial que supongo cualquier persona luce con cariño, esperanza y orgullo. Tengo muchas, muchas primas y todas viajamos por España como si fuésemos una enorme bandera.
Nuestra misión es transmitir un mensaje precioso de la mujer y del cáncer, esa maldita enfermedad que se nos lleva a personas queridas y que cualquiera de nosotras podemos tener mañana.
En mí ponen muchos slogans y frases preciosas, pero ante todo lo válido es lo que va dentro – como en los regalos – lo maravilloso es donde viajo; esa mujer valiente, buena y luchadora que me lleva no solo ese día sino muchos, abrigando un corazón de oro.
Quisiera que supieseis la gratitud que os tengo, lo orgullosa que estoy de vosotras y lo que os debo.
Sin vosotras no saldría a la calle, no me conocería nadie, no tendría amigos, no tendría valor para seguir luchando, no tendría…
Ese día especial de octubre me reúno con todas mis primas y con todas vosotras, haciendo un día ilusionante, bonito y lleno de amor.
Casi todos acabamos visitando La Pilarica y teniendo el mejor de los sentimientos.
Si alguna falla un año, la tenemos cerca de nuestro corazón y nunca será olvidada.
Por tanto, brindo por vosotras y mando un enorme besico al cielo y a todas las mujeres que luchan por ser felices en su día a día.
Os espero, a todas, en la próxima ‘marea rosa’.
¡No faltéis ninguna, por favor!
Firmado
Rosa
LETRAS CONFINADAS. Conchita Puértolas