Generación alfa

Mar 14, 2024

La Generación Alfa incluye a aquellas personas nacidas del año 2010 en adelante y que, por tanto, han crecido en un mundo totalmente digital, los “hijos de la Generación X y los millennials”. Una generación compuesta en su totalidad por nativos digitales para los que la tecnología es su manera de conocer el mundo. Se caracterizan por vivir a través de los smartphones y los ordenadores. Lo más seguro es que vivirán pegados a las redes sociales, los youtubers y los influencers. Ya incluso parte de la Generación Z es totalmente tecnológica. Estos niños han nacido en un momento donde los dispositivos electrónicos son cada vez más inteligentes, todo está conectado, y donde lo físico y lo digital se une en un solo mundo. Conforme crezcan, las tecnologías que parecían nuevas o extrañas, para ellos formarán parte de sus vidas, de sus experiencias, actitudes y expectativas hacia el mundo que los rodea. Están pendientes de la tecnología hasta el punto en que se ha convertido en su estilo de vida. Los juegos interactivos se han impuesto a los tradicionales y cada vez tienen menos espacio la lectura, las relaciones sociales o la escritura. Se van a enfrentar a un mundo totalmente diferente al nuestro en el que la inteligencia artificial es una realidad. En unos años los algoritmos de procesamiento de datos harán las experiencias cada vez más personalizadas y nuevas interfaces ofrecerán nuevas formas de comunicación a nuestros hijos. Con todo esto como fondo se visualiza cómo cada vez es más difícil crear conciencia de lo que está bien y lo que está mal, de tener un sentimiento común o unos valores que puedan crear personas socialmente responsables. Las personas necesitamos de las relaciones sociales presenciales para crear vínculos reales que unan nuestros sentimientos basados en el afecto y el cariño al otro, algo que las nuevas tecnologías limitan, como por ejemplo lo hace la inteligencia artificial. Uno de los problemas a afrontar con determinación y que está relacionado con esta forma de vida, es el alto consumo de pornografía entre los adolescentes o niños cada vez a una edad más temprana, lo que conlleva a una distorsión entre lo que ven y la realidad de la sexualidad. Este uso deriva en conductas sexuales de riesgo, en la cosificación de la mujer y desigualdad entre los sexos, así como dar una excesiva importancia a la imagen corporal y por último a la violencia de género. En el día del 8M pudimos ver cómo esta generación está prácticamente desaparecida de las manifestaciones en el día Internacional de la Mujer. Una jornada en la que es necesario poner especial atención en los derechos políticos, sociales, económicos de las mujeres y niñas que siguen luchando por un mundo igualitario, libre de violencia y discriminación. Es alarmante ver cómo esta generación no cree, en muchas ocasiones, que haya que reivindicar este día porque consideran que esta igualdad está ya conseguida.

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