Rasoarimalala y Ranivoarimalala sintieron la llamada del Señor en su país, Madagascar, y tras una serie de peripecias burocráticas llegaron a España y Dios quiso que terminasen su viaje en el convento de Nuestra Señora del Rosario de las M.M.Dominicas de Daroca, hace ahora ocho años.
Durante los últimos meses hemos hablado y escrito mucho sobre este monasterio de Nuestra Señora del Rosario de Daroca con motivo del 500 Aniversario de la llegada a nuestra ciudad de las primeras tres monjas procedentes del monasterio de la Consolación de Játiva. En esos meses se llevaron a cabo actividades relacionadas con la historia del convento y se celebró Año Jubilar durante el cual la puerta de su iglesia fue declarada Puerta Santa por el arzobispo de Zaragoza, el Excmo. y Rvdmo. Sr. Don Carlos Escribano.


Hoy volvemos a tener un entrañable motivo para hablar de este convento y es que dos jóvenes profesaron como nuevas dominicas el pasado 21 de noviembre. Se trata de sor Eveline Rasoarimalala de 33 años de edad y de sor Francisca Haingotiana Erolie Ranivoarimalala de 27. Ambas naturales de Madagascar.


Les dio la Profesión Solemne el P. Luis Miguel García Palacios de la Orden Dominica y la ceremonia estuvo presidida por la madre federal de la misma Orden sor María Teresa Vilanova, de Paterna (Valencia) y la madre superiora del convento de Daroca sor María Pilar Lorente.
Las nuevas dominicas pidieron la misericordia de Dios, se hicieron los escrutinios y se bendijeron los velos y alianzas, y ante su priora sor María Pilar, ambas jóvenes prometieron obediencia hasta la muerte. Todo ello en la compañía del resto de las monjas de esta Comunidad de Daroca que actualmente se compone de nueve dominicas.
También acudieron varias monjas dominicas de otros conventos como sor María Agustina Valenzuela, sor Isabel Rivares y sor María Rosario Hernández de Zaragoza, sor Begoña Cartagena de Orihuela (Alicante), sor Elodie Vienney y sor Cristina Zoelinoro de Villanueva del Arzobispo (Jaén), estas dos últimas primas hermanas de las que profesaban.
Concelebraron la Eucaristía el equipo sacerdotal de la Unidad Pastoral de Daroca, Don Galo Pedro y Don Nehemías García, con la excepción del párroco Don Federico Castillo, por encontrarse de viaje, acompañados del canónigo darocense Don Jesús Aladrén, y el presbítero Don Ángel García de Murero, así como el dominico fray Julio Cesar Carpio Gallego y los jesuitas Don Fernando Lasala y Don Alvaro Alemani, asistidos por el sacristán de la parroquia de Daroca Don José Guerrero.
Estuvieron también en el acto las hermanas Auxiliares de Cristo Sacerdote de Daroca y varios miembros de la Esclavitud y Damas de los Corporales y numerosas personas de Daroca y de su entorno que quisieron sumarse a este emotivo acto.
La Profesión Solemne de una monja dominica se produce tras un largo periodo desde que la joven toma la decisión de consagrar su vida al Señor. El Aspirantado es el primer paso antes del ingreso en el monasterio, después un tiempo de experiencia que consiste en comprobar “in situ” el modo de vida contemplativa, seguido del Postulado que suele durar un año, en el que la joven participa ya de la vida del noviciado junto a las monjas que están en la misma circunstancia, y llega entonces para la postulante el Noviciado, que se inicia con la toma del hábito, con la diferencia de la toca blanca en lugar de negra. En esta etapa es cuando la joven novicia adquiere el nombre religioso por el que se la conocerá a partir de entonces. Los dos últimos pasos son la Profesión Temporal y definitivamente la Profesión Solemne.

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