EL TULIPÁN NEGRO
Cómo explicaríamos a los niños los que es la corrupción. Esa una actividad que consiste en engañar, en hacer trampas con un fin. En el parchís, hago trampas para llegar el primero y resultar ganador. No hace falta poner en juego un premio y obtenerlo, basta con querer ser el ganador a base de hacer trampas.
El hecho de que la corrupción se haya instalado en parte de nuestros dirigentes es una verdad que se puede contrastar, desgraciadamente hay muchos casos de corrupción en España, tanto en unos partidos políticos como en otros, pero se ha de indicar que supone un uso inadecuado de los recursos actuando con opacidad.
Todos podemos actuar haciendo trampas y buscando ventajas de forma irregular o ilegal.
El poder corrompe, pero igual lo que hace el poder, es reflejar cómo es cada cual. Pero no cualquier poder, corrompe.
Los dirigentes políticos a una escala menor, véase Alcaldes y Concejales de la mayoría de nuestros municipios no llevan implícito el marchamo de la corrupción, en la mayoría de los casos gestionan los asuntos municipales con abnegación, paciencia y con la posibilidad de que, cuando dejen el cargo, tengan menos amigos que cuando empezaron a desempeñarlo y, eso porque en alguna ocasión habrán tenido que decir “NO”, eso “NO” se puede hacer, eso “NO” se puede autorizar o “NO” ha presentado la documentación necesaria para lo solicitado, y eso, alguna vez se toma a la tremenda y se pierden amigos.
Son estos dirigentes los que, después de su jornada laboral, pasan por el Ayuntamiento, atienden a sus vecinos, contrastan con los funcionarios y empleados como van las obras, los servicios, la siempre escasa economía municipal, las posibilidades de hacer tal o cual obra o mejorar un servicio.
En la mayoría de los casos esas horas de trabajo municipal no se remuneran, es decir no cobran, ni se han presentado a las elecciones por cobrar.
No podían mirar esos dirigentes nacionales o regionales hacia esos “políticos” menores y aprender algo de ellos.