La recuperación de nuestras fiestas patronales es un hecho más que evidente en estos días de agosto. Numerosas localidades son las que están ya en fiestas o en breve lanzarán el cohete que marcará su inicio. Todas ellas conllevan preparativos, que muchos tendrán que recordar tras el amplio paréntesis que ha dejado los dos años de pandemia. La ilusión por volver a vivir los mejores días del año para muchos de nuestros pequeños pueblos es el motor que mueve el ritmo biológico de estas localidades, donde comisiones de fiestas, ayuntamientos y vecinos en general se implican al máximo en su preparación.
Esta energía que alimenta las calles es algo que no faltó en el acto de proclamación de las fiestas de Calamocha 2022, como protagonista Conchita Puértolas, vecina que vive los 365 días del año en Calamocha, algo que lleva con orgullo y por bandera, a pesar de que algunas temporadas se vuelve “enluquecida”, tal y como ella afirmó en el acto. Tan solo faltó media hora para concluir por todo lo alto el acto protocolario por excelencia de esta localidad.
Un alcalde emocionado con todo lo vivido en estos dos años recordó la unión con la que conseguimos salir. Se presentó una nueva figura, la del cronista de la villa, cuya misión es contar a las futuras generaciones lo vivido en Calamocha durante todo un año. Su solidaridad hizo ceder todo su tiempo a la mantenedora. La tormenta que se avecinaba quiso hacer acto de presencia en este año, dejando fuertes rachas de viento y algo de lluvia para todos los allí presentes.
Acto protagonizado por mujeres, que quisieron regresar al pasado vistiendo de blanco y acompañadas de la mano de sus respectivos padres. Una tradición que mira hacia adelante a la vez que hacia atrás recuperando detalles ya superados.
Pese a a ser una quinta muy numerosa ningún chico se animó a representar a su sexo en el acto y poder sentarse junto a las siete chicas que desfilarán en todos los actos de las fiestas patronales de Calamocha. Solo queda esperar que suceda esa conexión de cables a los que aludía la mantenedora, para que traigan a todos esos amigos y familiares que por diversas circunstancias no han podido venir en los agostos pasados. Con ellos podremos volver a reír, bailar y disfrutar de su presencia, durante las fiestas patronales de nuestros municipios llenándolos de jolgorio y actividad.