Estas obras de arte aún se han podido disfrutar estas fechas señaladas gracias al buen hacer de sus artistas
Hablar de la Navidad viene relacionado con distintas tradiciones, costumbres y momentos. Belenes y belenistas han sido los protagonistas en estos días festivos gracias a su pasión por mostrar en una ‘pequeña’ obra de arte la representación cristiana del nacimiento de Jesús, acompañado de creaciones libres, como mini aldeas, con el más mínimo detalle.
Calamocha, Daroca, Caminreal o Báguena son algunas de las localidades que albergan a estos apasionados por estas figuras características de esta época navideña. Las manualidades son parte del encanto del belenismo, las pequeñas casas cueva, una fogata en torno a la que se calientan varios aldeanos en una de las paradas del camino para conocer al niño Jesús, el montaje con la inclusión de elementos naturales, además de los ya tradicionales herreros, lavanderos o carpinteros, entre otros oficios representados, que en conjunto con los edificios y otras singularidades crean una propia historia de cada exposición.
Luis Loma, José Luis Sancho, Manuel Domingo, Juan Vicente Suarep, las agrupaciones de mujeres de Báguena o la parroquia de Daroca son algunos de los intérpretes de estos espacios artísticos que han acompañado y coloreado las casas y calles de las localidades de las comarcas del Jiloca y Campo de Daroca desde la Navidad hasta la visita de SS.MM. Los Reyes Magos de Oriente.
Aficionados belenistas que vuelven a construir su historia navideña año tras año con figuras de distintas procedencias, con el mismo ímpetu que el primer día y que esperan que se siga manteniendo esta tradición para poder seguir mostrándoselo a sus vecinos, amigos y aficionados a una cultura navideña llena de detalles tras los montajes que se está perdiendo poco a poco.
“El montaje me cuesta tres días entre entablados, electricidad, agua y hacer las distintas separaciones”
El calamochino Luis Loma volvió a sacar sus figuras del belén, los edificios y distintos elementos que incluye en el montaje anual. Tras las visitas de las pasadas navidades, el belenista ha incluido cambios para facilitar la observación a todos los que se acerquen a su domicilio. “Lo hemos transformado un poco para poder observar el emanar del agua”, mencionó Loma.
Una tradición que se remonta a algo más de cuatro décadas en la que colabora parte de su familia y año tras año guarda con especial mimo y desenvuelve con mucha ilusión. “A mí personalmente me gustan mucho las del nacimiento”, afirmó el autor.
Los interesados han podido disfrutarlo y conocer sus detalles en la calle Carlos Castel de Calamocha.
“Un belén es como el estreno de una obra, plasmo el trabajo que he estado realizando durante un año”
Nuevos edificios, calles o creaciones singulares son algunos de los secretos que ha guardado el belén hebreo de José Luis Sancho, ubicado en su establecimiento Recambios Agrícolas en Calamocha.
“Planteas un poco qué es lo que quieres hacer, el espacio que tienes y cómo lo puedes adaptar a las estructuras o edificios y al hueco que dispones. Entre que piensas y empiezas a trabajar, tardas en torno a unas semanas”, explicó Sancho.
Una tradición familiar que el autor no olvida: “En mi casa siempre poníamos el típico belén, me acuerdo cuando en la escuela íbamos a buscar las piedras o el musgo”, mencionó el autor. Una afición que se está perdiendo y que “la verdad es que no se molestan en lo que hacíamos antaño”, dijo.
“Empecé hace 50 años con una consola y unas figuras muy pequeñas y ahora ya no me cabe ni una más”
Un belén al que no le falta detalle es el que se encuentra en la casa de Manuel Domingo, un vecino de Calamocha que mantiene esta pasión desde hace más de 50 años, en una edición en la que destacan los animales, acompañados de manualidades, creando una obra artesanal inigualable. “Tienes de todas las clases de cochinos, patos, pavos, gallinas, ovejas, vacas, palomas, etc. Los patos en el río están hechos con unas plantas de un árbol de Valencia y da la simulación pintados de que sean cisnes”, reveló el artista.
Un belén con singularidades, como figuras variadas, “algunas me las regalan, por ejemplo, van los hijos y los nietos por ahí de vacaciones, si encuentran alguna cosa, me lo traen y yo lo pongo orgulloso”, mencionó Domingo.
“Es todo artesanal, las estructuras las preparo con piedra y madera que voy recogiendo durante el año”
La pasión por los belenes le nació a Juan Vicente Suarep hace más de 20 años, tras una larga etapa montando el Gran Belén de Ibercaja. Años después, pudo reunir una gran cantidad de figuras para crear su propia obra de arte localizada en su residencia de Caminreal, de la que se ha podido disfrutar a través de una gran cristalera. Una pieza inigualable que guarda pequeños secretos y un gran milagro entre sus calles. “A mí me encantan los Reyes, pero tenemos expuesta alguna figura como aquel panadero en honor a mi hijo Daniel, lo más curioso es que la mayoría de ellas ya tienen nombre”, afirmó el artista.
“Montarlo me cuesta un par de semanas, desde que empiezo la estructura intentándome imaginar cómo va a quedar”, dijo Suarep.
“Una representación del pueblo de Báguena en la que destaca la torre donde se encuentra el belén”
A dirección artística de Nemesio y gracias a un taller realizado en el pueblo, las mujeres de Báguena crearon una obra singular que, finalmente tras unas semanas de proceso, simulaba la torre de la localidad. Un conjunto que conformaba una imitación del pueblo actual entre el que se encontraba el nacimiento, “llegó un momento en el que una de las casas nos acompañaba poder hacer la torre de Báguena, a la que hemos colocado en el atrio y hemos colocado el belén”, explicó Nemesio.
Pilar Rillo, alcaldesa de Báguena, orgullosa por el trabajo realizado, mencionó que “sirva como precedente para seguir haciendo cosas del mismo estilo. Al año que viene seguiremos con edificios emblemáticos del pueblo”, dijo.
Un belén al aire libre y otro interior con elementos y símbolos tradicionales de Daroca y mucha magia
Dos belenes realizados por la parroquia de Daroca son los que han estado expuestos en la plaza y en el interior de la Basílica en la capital comarcal. Tanto el de la plaza como el del interior han tenido una gran cantidad de elementos destacables, entre ellos los corporales y una arqueta en la que se encuentra el nacimiento. En ellos también se han utilizado dos replicas de las tablas regaladas por los Reyes Católicos que se encuentran expuestas en la capilla de los Corporales.
La visita al belén del interior también ha sido fácil para el visitante ya que se encontraba en una de las capillas nada más entrar a la derecha. Para su montaje utilizaron una capilla al completo, que fue adornada por fuera, entre las que destacan las piedras y sillares.