Calamochino militante, defensor a ultranza y promotor de su pueblo, así es José Luis Campos, nombrado Hijo Predilecto de la villa de Calamocha. Este cargo es conmemorado hoy en un acto a las 20 horas en el teatro.
—¿Cómo se siente al ostentar este cargo?
—Cuando me lo dijo el alcalde me sentí muy orgulloso, emocionado y agradecido. Cuando fui Mantenedor de las fiestas, asumí el papel, que era pregonero, dije que era lo más cercano a Hijo Predilecto por el cariño de la gente. Ser Hijo Predilecto es tocar techo, ¿qué mas se puede pedir en la vida? Porque cuando empiezas a hacer cosas por tu pueblo, no piensas que va a tener una consecuencia de agradecimiento, las haces porque te sale. Para mí es satisfacción y emoción. Pienso que la exigencia de los que haya será la categoría de los que somos y serán, no hay que tener prisa y hay que valorar las cosas, que ese valor máximo que le estoy dando no se diluya en el todo vale.
—¿En qué ha cambiado José Luis Campos como Mantenedor y ahora como Hijo Predilecto?
—Solo soy seis años mayor. Cuando fui Mantenedor quise reivindicar esta figura como pregonero. Ahora, no he dejado de hacer cosas por mi pueblo, he intentado aportar todo lo que puedo, dar ideas. Como decía Rosa Regàs, los años los cumplen los huesos, la edad está en la cabeza, casi me veo más joven ahora.
—¿Qué rol considera que tiene un Hijo Predilecto?
—No lo sé. En el acto de hoy agradeceré a los que son culpables de que lo sea y a los que estén allí. ¿Qué he de hacer? Me han pillado, si hago cosas por mi pueblo, ahora haré más, más comprometido. Mantenedor me quedaba claro, Hijo Predilecto no lo sé, es una pregunta que me estoy haciendo.
—¿Ha sido su decisión tener un acto propio?
—Sí, y no por vanidad. Lo que le dije al alcalde es: si el acto del Seisado, la verdadera protagonista es la Mantenedora, si además lo aprovechas para el Cronista de la villa, no me metas a mí también. Creo que estos actos hay que hacerlos en un sitio donde la gente que está, quiera estar.
—Para quien no sepa de usted, ¿Quién es Campos?
—Un chico del pueblo que no estudió, que se ha hecho a sí mismo, que en el mundo laboral ha conseguido hitos importantes, y un hombre comprometido con su pueblo.
—El cargo visibiliza su trabajo por Calamocha. ¿Con él, crece también su amor por su pueblo?
—Eso seguro, la vanidad no. Recuerdo que puse en Facebook que estaba muy agradecido de ser nombrado Hijo Predilecto y una concejala escribió: enhorabuena, tienes mucho seguidores y muchos detractores, pero lo tienes bien merecido. Contestándole: una persona que no tiene detractores, no puede ser Hijo Predilecto, porque significa que no ha hecho nada. Cuando alguien ha hecho
