Ha ejercido como jefe del área de oncología de la Fundación Jiménez Díaz y profesor asociado en la universidad

“Esta propuesta me ha llegado a lo más profundo del corazón”, comenta Francisco Asís Lobo Samper, elegido por el Ayuntamiento de Daroca para ser el Mantenedor de las Fiestas del Corpus 2024.
Asegura que “ha sido un honor de tal calibre que no lo puedo describir, nunca en mi vida me he sentido tan orgulloso y honrado”, dice en referencia a su nombramiento, que fue aprobado en la última sesión plenaria ordinaria del consistorio.


El reconocido médico oncólogo, de 68 años y jubilado, es madrileño, pero sus raíces radican en la ciudad, de la que procede su familia materna. Lobo es un afamado doctor que ha ejercido como jefe de servicio del área de oncología de la Fundación Jiménez Díaz, desde la edad de 40 años, así como profesor asociado en la Universidad Autónoma de Madrid durante 21 años.
Desde bien pequeño ha viajado a Daroca con frecuencia y cada verano pasa largas temporadas en la casa familiar. Afirma tener un gran arraigo por la localidad de su madre, en la que ha forjado sus amistades más especiales. “Mis amigos del alma son todos de Daroca, tengo allí una pandilla que nos reunimos todos los veranos y que seguimos manteniendo la amistad durante el año, son amigos entrañables que no tengo en Madrid”, comenta orgulloso.
Ante la noticia trasladada por el concejal Pascual Sánchez, primero tuvo que enterarse de lo que significa ser Mantenedor, y seguidamente, “fue una emoción que, de verdad, no puedo describir”, confiesa.

Primera vez
Curiosamente, desconocía lo que es un mantenedor, porque “desgraciadamente nunca he podido ir a las fiestas del Corpus”, explica. Este año quería ir, “sin ninguna falta”, precisa, ya que en 2023 fue admitido en la Hermandad de la Esclavitud de los Sagrados Corporales.
Lobo Samper ya tiene preparado su discurso para el acto de proclamación del sábado, en el que, en primer lugar, detallará por qué se considera de Daroca, y por qué sus antepasados son de allí. Después, hablará de los primeros años, cuando empezó a tener amigos, y “me di cuenta de lo que era pertenecer al pueblo”, indica. También hará una reseña del sentido de la fiesta del Corpus Christi, “porque probablemente pocos sitios en España y en el mundo tienen unas fiestas con una dimensión tan trascendental”, destaca.


Siempre ha mostrado su pasión por la atención a los pacientes, y tras su etapa profesional, ahora dedica su tiempo a su familia y a la música. “Desde muy pequeño, por las enseñanzas de mi madre, que era pianista y profesora de piano, siempre me ha apasionado, y me dedico al estudio del piano y el violonchelo”, describe, antes de añadir que “en la vida he sido tan feliz como ahora”.

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