EL TULIPÁN NEGRO
Cuento esta historia con un poco de mal estar corporal y anímico
porque, hace ya unos días, me abordaron en un supermercado
dos jóvenes que me contaron que eran parte de una fundación
que informaba de una enfermedad grave, el Alzheimer,
escuché atentamente lo que me decían y la verdad es que eran
muy convincentes.
Luego, cómo no, les pregunté qué es lo que necesitaban de mí
y me indicaron que una firma y por supuesto una aportación
económica, a elegir cantidad, mensual.
La verdad es que uno ya aporta mensualmente a pequeñas
cantidades a la Cruz Roja y alguna otra ONG.
Me contaron los logros que se están consiguiendo desde la
fundación para mejorar la vida de los enfermos y me indicaron
que la Fundación se llama “Fundación Pascual Maragall”, que
se creó en 2008 y que promueve la investigación científica para
la prevención y el cuidado de esa enfermedad neurodegenerativa.
Me mostraron la revista que editan.
Vi la foto y allí estaba D. Pascual Maragall Mira.
D. Pascual manifestó que: “quería ayudar a derrotar esta enfermedad.
En ningún lugar está escrito que sea invencible”.
Creo que reaccioné mal, pues les dije a mis interlocutores que
ni firmaba ni aportaba cuota alguna.
Me preguntaron: ¿Por qué?
Señalé la foto de D. Pascual.
Eran muy jóvenes, no entendieron el por qué y les tuve que
explicar que la enfermedad del Alzheimer no entiende de diferencias,
concretamente no entiende de hechos diferenciales, ni
asimetrías, ni de situaciones privilegiadas, nos puede pillar a
todos.
Tuve que indicarles que había un invento de algunos dirigentes
políticos catalanes que llamaban “el hecho diferencial”.
Que eso a mí me sonó en su día y me sigue sonando a teoría
supremacista.
Ser diferente no es ser mejor o creerse mejor que otros.
De hecho, la enfermedad no entiende de personas mayores o
jóvenes, ni de inteligencia, ni de talento, es sencillamente enfermedad.
Siento haber sido brusco con aquellos jóvenes y magníficos representantes
de la FUNDACIÓN, pero uno está ya muy harto de
que te digan que eres, de algún modo, inferior a otros.