Habemus Papam

May 23, 2025

EL TULIPÁN NEGRO

Es seguro que esta entrada de opinión no estará de moda cuando se publique, o a lo mejor sí.

Casi todos sabemos que el Papa Francisco falleció el día 21 de abril de 2025 y, que tras unos cuantos días, el pasado 8 de mayo se constató la elección o designación de un nuevo Papa.

A nadie se le ocurre pensar que la elección de un nuevo Papa es algo baladí, ni que sea una especie de tómbola o que se jueguen la elección en una timba de póquer.

Es una elección o designación en toda regla, pues en el cónclave de los cardenales hay distintas posturas y formas de pensar, parece ser que el elegido es un “moderado”, por lo tanto habrá que pensar que existen al menos tres facciones o posiciones en el seno de la iglesia Católica, conservadores, progresistas y moderados.

Como los Cardenales que acuden al cónclave son de todas las partes del mundo, da la impresión de que muchos de ellos no se conocen entre sí, cuestión que hay que poner en duda, dado el mundo globalizado en el que vivimos y la cantidad de redes sociales que existen para conocerse y familiarizarse con el pensamiento de los demás.

No parece creíble que la elección papal dependa exclusivamente de los designios del Espíritu Santo, algo aportará, pero no todo. Puede que no existan rivales en el seno de la iglesia, pero hay corrientes ideológicas diferentes, cuando no, bastante contrapuestas en su seno. La elección o designación la hacen los miembros del conclave, sin duda con buen criterio y acierto, no obstante si no se acierta igual buscamos como culpable al Espíritu Santo.

No cabe ninguna duda, al menos para los creyentes, que la Iglesia Católica es la depositaria de la fe y que la preserva de todo ataque o injerencia.

Lo que no está tan claro es que la iglesia este alejada de intereses políticos, fines asociativos o réditos lucrativos empresariales.

Solo hace falta echar un vistazo a las hemerotecas para comprobar que el Papa Francisco tuvo que lidiar en 10 años de Papado con problemas y escándalos financieros.

También con otros de índole social y de comportamiento del clero.

Se me antoja que ni todo es una balsa de aceite, ni se carecen de problemas, ni de corrientes de pensamiento bastante distintas entre la curia romana.

Y es que el reino de Dios está en los cielos, pero nosotros los humanos, y también la Iglesia Católica, estamos aún en la Tierra.

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