El monrealense Maciej Zach ha logrado combinar sus estudios, experiencia personal y vivencias de otros para escribir y publicar su primera obra, acerca de su pasión

Maciej Zach en el Ibón de Bachimala

Mi nombre es Maciej y, desde que tengo memoria, la montaña ha sido parte de mi vida. No podría decir con exactitud cuándo empezó esta pasión, porque en realidad me acompaña desde la infancia. Tengo recuerdos borrosos de las primeras rutas que hacía junto a mi padre, las noches de camping bajo un cielo lleno de estrellas y esa sensación de desconexión. Eran momentos sencillos pero se podría decir que me marcaron para siempre y despertaron en mí un amor profundo por la montaña y todo lo que la rodea.
Esa pasión, lejos de apagarse con el tiempo, se convirtió en el motor que guiaría mis estudios y mi camino personal. Decidí formarme como técnico en conducción de actividades físico-deportivas en el medio natural en el IFPE San Blas (Teruel). Allí tuve la suerte de contar con unos profesores excepcionales y compañeros que compartían mi misma afición. Aprendí mucho más de lo que imaginaba: no solo técnicas y conocimientos sobre orientación, seguridad o rutas, sino también valores como el trabajo en equipo, la paciencia y la capacidad de adaptación. Aquellos años me sirvieron para profundizar todavía más en mi vínculo con la montaña y confirmar que estaba en el lugar correcto. Tras finalizar el primer año del grado medio, me formé como técnico deportivo de nivel 1 en esquí alpino lo que me abrió las puertas a trabajar en las temporadas de invierno como profesor de esquí, y a su vez también ejercí como profesor de BTT en el Club Ciclista de Teruel.
Después de esa etapa, continué mi formación con un grado superior en Acondicionamiento Físico en el IES Francés de Aranda, también en Teruel. Aunque este ciclo no estaba enfocado directamente en la montaña, me aportó algo que considero fundamental: comprender mejor mi propio cuerpo, su resistencia y sus límites. Gracias a ello aprendí a entrenar de manera más consciente y a valorar la importancia de la preparación física en cualquier reto que uno se proponga. Fue otra experiencia enriquecedora, en la que también tuve la fortuna de coincidir con profesores y compañeros que dejaron huella en mi.
La idea de escribir mi primer libro ¨Guía práctica de iniciación para senderistas¨ (Disponible en Amazon) comenzó de manera inesperada, mientras hacía limpieza en mi habitación. Entre cajas y papeles guardados en el fondo del armario aparecieron mis antiguos apuntes del grado medio. No pude evitar sentarme a examinarlos y ver la cantidad de información que contenían. Así fue como nació la idea de redactar un libro-guía. Poco a poco, empecé a estructurarlo, elaborando un índice de temas y completando el contenido con dichos apuntes del grado medio, investigaciones propias, conocimiento que he ido adquiriendo de otros montañeros e incluso incorporando aprendizajes del grado superior.
Lo que en un inicio parecía un simple proyecto personal fue tomando forma hasta convertirse en una realidad. Y quise que no solo fuera un libro sobre la montaña, sino también un pequeño gesto solidario: por cada ejemplar vendido, dono un euro a la asociación de niños contra el cáncer. Sé que es una aportación diminuta, pero estoy convencido de que toda ayuda suma y que es importante colaborar, aunque sea con pequeños gestos, en causas que de verdad importan.
Mirando hacia el futuro, mi deseo es seguir disfrutando de lo que la montaña me ha dado. No sé hasta dónde me llevará este camino, pero sí sé que quiero continuar recorriéndolo, con la misma ilusión que aquel niño que acampaba con su padre. A todas las personas que aún no han probado la experiencia de ir a la montaña, les diría que lo hagan sin miedo. No hace falta empezar con grandes retos; basta con dar un paseo, respirar aire puro y dejarse envolver por la naturaleza.

Comparte esta Noticia

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *