En total en la provincia de Teruel se intervendrá en 16 iglesias y ermitas por un montante global de 238.000 euros

Firma del convenio de restauración del patrimonio religioso

La Diputación de Teruel (DPT), el Obispado de Teruel y Albarracín, y la Fundación Ibercaja han renovado su colaboración para la restauración de 16 iglesias y ermitas en la provincia, con una inversión total de 238.000 euros.

La DPT es la principal aportadora, con 150.000 euros, que representan el 63% de los fondos totales, mientras que el Obispado contribuirá con 73.000 euros y la Fundación Ibercaja con 15.000 euros, completando la inversión necesaria para este ambicioso proyecto.

Entre los 16 templos y edificios planteados en la lista de actuaciones figura la Iglesia de San Pedro Apóstol de Torrijo del Campo, donde se trabajará en la pared y la evacuación de humedades, destinando un total de 6.000 euros a este fin.

Este acuerdo, firmado en diciembre de 2024, tiene como objetivo llevar a cabo intervenciones urgentes en diversos edificios religiosos de la Diócesis, que son considerados parte fundamental del patrimonio histórico, cultural y turístico de la provincia. Las iglesias y ermitas de la Diócesis no solo son importantes desde el punto de vista artístico, sino que también son un motor económico para los municipios rurales, especialmente en aquellos donde el patrimonio es escaso y juega un papel crucial en el desarrollo turístico y la identidad cultural.

Joaquín Juste, presidente de la DPT, resaltó la relevancia de estos monumentos, que en muchos casos son el único patrimonio tangible de los municipios. Señaló que las iglesias y ermitas, al ser puntos de interés turístico, contribuyen significativamente a la actividad económica de la región. “Las iglesias son patrimonio cultural que, además, permiten mantener la actividad económica en nuestros pueblos. Son una seña de identidad que debemos proteger y conservar para las futuras generaciones”, destacó.

Por su parte, el Obispo José Antonio Satué abordó las dificultades que enfrentan las tareas de conservación, especialmente a raíz de la despoblación que afecta a muchas localidades de la provincia. Esta situación dificulta tanto la vigilancia continua de los edificios como la ejecución de las obras de restauración en tiempo y forma. A pesar de estas dificultades, el Obispado se compromete a asumir parte de los costes adicionales, alcanzando los 370.000 euros en total para la conservación del patrimonio religioso de la Diócesis.

El convenio también establece la creación de una comisión de seguimiento integrada por representantes de las tres instituciones firmantes. Esta comisión se encargará de coordinar las actuaciones, supervisar su cumplimiento y gestionar cualquier imprevisto que pueda surgir durante el proceso de restauración. Además, se asegurará de que todas las obras cumplan con la normativa vigente en cuanto a la protección del patrimonio cultural.

Todas las obras deberán contar con la preceptiva licencia municipal correspondiente. En el caso de que la restauración afecte a un Bien de Interés Cultural, deberá tener además la aprobación de la Dirección General de Patrimonio Cultural, extremos que deberán ser acreditados documentalmente, con carácter previo al pago de la subvención.

Otros municipios en cuyos templos y edificios se actuará son Alcorisa, Allepuz, Berge, Cantavieja, Concud, Cuevas Labradas, Fortanete, Frías de Albarracín, Fuen del Cepo (Albentosa), Gea de Albarracín, Los Olmos, Maícas, Miravete, Torrijas y Valdecuenca.

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