Segundo de Chomón, natural de Teruel, fue una figura clave en los inicios del cine, sobre el que ha investigado Gonzalo Montón

El caminrealero Gonzalo Montón, profesor jubilado, cinéfilo y fotógrafo, impartió una charla sobre Segundo de Chomón en Calamocha, bajo el título ‘La huella de Chomón en la actualidad’. Esta cita estuvo enmarcada en la programación especial, organizada por el Ayuntamiento, con motivo del 150 aniversario del nacimiento del cineasta turolense, considerado uno de los grandes hombres del cine de su tiempo y sobre el que la sala José Lapayese acogió una extensa exposición.


—¿Cuál es la huella que ha dejado Segundo de Chomón hoy en día en el cine?
—La podemos ver en sus películas, en los trucos que utilizaba, los recursos expresivos, narrativos y argumentales. Esto es lo que trato en la charla, además de su influencia hasta la actualidad, ya que en las técnicas y trucos, la intención era la misma que ahora, antes era vía técnica y ahora digital, pero la intención es la misma. Además, hablo con el público sobre mi centro educativo, el IES Segundo de Chomón, donde hemos hecho cortometrajes chomonianos, jugando con su estética.


—A raíz de su estudio sobre Chomón, ¿considera que actualmente se está dando más valor a su obra y figura?
—Hasta los años 70 nadie o casi nadie sabía de este personaje. Fue en 1972 cuando se publicó el primer libro, de Paco Fernández Cuenca, y después continuaron otros. También trato este asunto en la conferencia, hablo de la gente que se ha sentido seducida por Segundo de Chomón. Así que sí, realmente se empezó a conocer hace relativamente poco. Por ejemplo, el dato de que la madre de Segundo Chomón era de Calamocha se sabía de hace tiempo en los libros, pero de pronto se ha difundido y es muy interesante, aunque realmente Chomón apenas estuvo uno o dos años en Teruel, ya que después viajó y se convirtió en una figura internacional.


—¿De dónde nace su interés por Chomón?
—Empecé a trabajar hace 28 años en el Instituto de Educación Secundaria Segundo de Chomón de Teruel, y lo conocía de oídas, no había visto nada, pero en el IES coincidí con compañeros y amigos, con los que decidimos que Segundo de Chomón debería difundirse entre los escolares.


—¿De qué manera es pionero este cineasta?
—El primero fue Méliès, quien aplicó el teatro y la magia a las imágenes. Después, hubo pioneros como Chomón, que seguramente aprendió las técnicas de Méliès, pero también aprendió en Barcelona, y a partir de ahí fue desarrollando su talento. Realmente, él no inventó nada, sino que contribuyó al consolidar los inventos de otros. Él le dio una calidad a los recursos que utilizaba, como el juego de las escalas, la grabación verticalmente de dibujos, el movimiento de muñecos articulados —que se denomina stop motion—. También empezó a jugar grabando parte de una imagen tapando un fragmento del objetivo de la cámara con una cartulina, y después rebobinaba lo que había grabado, y volvía a grabar con la cartulina invertida, y así metía dos imágenes, lo que ahora conocemos como croma. Entre otras cosas, también destaca el travelling, ya que fue uno de los primeros que colocó la cámara sobre un carro en una plataforma con patines y empezó a mover la cámara. Fue un iniciador junto con otros profesionales.


—Su labor como cinéfilo se deja ver además en otros trabajos como la revista Cabiria. ¿Dónde puede encontrar el público este contenido?
—Los últimos números de la revista Cabiria que han sido financiados por el Instituto de Estudios Turolenses están disponibles en la página web de la Diputación de Teruel (www.dpteruel.es), pero también se pueden encontrar todas las revistas en la página web del Cine Maravillas (https://cinemaravillas.com/cabiria). Llevamos ya cerca de una veintena, la última ha sido la número 16, en la que se homenajea al director de cine Luis García Berlanga.

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