La llegada de la estación invernal puede significar la llegada de bajas temperaturas, lluvia y nieve. Y así ha sido durante muchos años en la historia de nuestros pueblos, pero la pregunta que no vamos a hacer y responder es: ¿qué es aquello que denominan olas de frío?
Muy bien, primero hay que explicar un poco que es una ola de frío. Más o menos es la bajada brusca de las temperaturas. Las temperaturas en este periodo temporal que puede durar varios días son aquellas que bajan más de un 5% de las madrugadas más frías registradas entre los meses invernales de enero y febrero durante los anteriores 30 años.
Más o menos explicado esto, pondremos dos ejemplos más recientes de estos momentos especiales, el primero sería la Filomena de 2021. Esta Filomena nació en EEUU a mediados de principios de enero y llegó a nuestras tierras entre los días del 8 al 10 de enero. Después de dejar en nuestro campo de media unos 30 cm de nieve, lo que vino después fue un intenso frío y lluvia. Este frío llevó en los termómetros de nuestras casas temperaturas de entre -25, 4ºC en los campos de Bello o -23ºC en las calles de Calamocha. Aunque recordamos esta Filomena por dejarnos el problema de tanta nieve, esta sirvió de parapeto o manto para proteger nuestra cañerías y calefacciones ante el posterior frío extremo, algo que no ocurrió en nuestro segundo caso en diciembre de 2001 donde los termómetros del pueblo llegaron a marcar los -18ºC los días de Noche Buena y Navidad. Esta ola de frío ocurrió igual que otra ola producida en febrero de 1956, originándose por el aire frío siberiano y uniéndose al anticiclón que venía desde Islandia y desencadenando esta gran bajada de temperaturas, que en 1956 produjeron que un pobre vecino de Fuentes Claras no pudiera ser enterrado porque era imposible realizar el agujero de la tumba en el helado suelo. La familia y el cuerpo del hombre tuvieron que esperar a que el frío se fuera para poder descansar en paz. Parece que no solo los fontaneros subieron el frío tras que este reventara las cañerías y calefacciones de la mayoría de casa de los pueblos.
Esto nos lleva a la conclusión de que los que se quejan del frío que hace cuando baja un poquito la temperatura y se piensan que es una ola de frío no saben bien de lo que hablan, pues que vivan una buena oleada fría que los deje sin su duchita calentita que ya veréis como dejan de quejarse tanto.
Si queréis seguir indagando o conocer más datos curiosos, podéis consultar el libro “Xiloca 49”, publicado por el Centro de Estudios y concretamente el artículo “Olas de Frío. Observatorio de Calamocha y Puente Romano”, de Agustín Alijarde Valenzuela y colaboradores.
Para más información, puedes mandarnos un correo a secretaria@xiloca.com.
Y tú, ¿conoces historias y leyendas como estas? ¡Queremos conocerlas! Acércate, pregunta, curiosea.

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