El monumento, de doce metros de altura, incorpora piezas reales de los aviones en los que los pilotos fallecieron

Acto de presentación del Ejercito del Aire en honor a Gonzalo Gracia y Ángel Marco

Villafranca del Campo ha rendido un emotivo homenaje a dos de sus hijos más ilustres, los pilotos militares Gonzalo Gracia Ramos y Ángel Marco Hernández, fallecidos en acto de servicio en los años 1984 y 1998, respectivamente, cuando ambos contaban con tan solo 27 años.
El municipio ha querido recordar su entrega y mantener viva su memoria con un acto multitudinario en el que han participado autoridades civiles y militares, familiares, vecinos y miembros de las Fuerzas Armadas, en un ambiente cargado de emoción y respeto.
Uno de los momentos más significativos ha sido la inauguración de un gran monumento en la plaza frente a la iglesia. Esta estructura de unos doce metros de altura incorpora las colas reales de los aviones que pilotaban en el momento de sus accidentes: un Phantom F-4 en el caso de Gonzalo Gracia y un Harrier AV-8B en el de Ángel Marco.
En el mismo lugar, se han colocado placas conmemorativas con sus nombres, que permanecerán como recordatorio físico del sacrificio de ambos.
Como parte del homenaje, dos nuevas calles del municipio han sido bautizadas con los nombres de los pilotos.
El alcalde de Villafranca del Campo, Miguel Ángel Navarro, explicó que esta iniciativa nació con el propósito de agradecer y reconocer públicamente la entrega de estos dos vecinos, y que fue tomando forma con el paso del tiempo gracias al impulso del Ayuntamiento, las familias y la implicación del Ejército del Aire y la Armada. “No había una fecha concreta ni una efeméride que nos empujara, simplemente se dieron las circunstancias y todo soplaba a favor. Era de recibo que el pueblo les rindiera un homenaje”, señaló el alcalde. Navarro recordó que ambos pilotos descendían de Villafranca, y destacó que no se trata de casos aislados, ya que muchas personas del municipio han optado por seguir carreras dentro de las Fuerzas Armadas o los cuerpos de seguridad.
“Esta vocación de servicio está muy presente en nuestro pueblo, y este acto es también un reconocimiento colectivo a esa tradición”, añadió.
El programa del homenaje incluyó una misa baturra en la iglesia parroquial, oficiada por el Obispo de Teruel, José Antonio Satué, durante la cual familiares y allegados compartieron palabras muy emotivas.
Posteriormente, tuvo lugar la inauguración oficial del monumento y se desarrollaron varias exhibiciones de carácter militar, entre ellas un salto paracaidista llevado a cabo por miembros del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo del Ejército del Aire, quienes descendieron portando la bandera de España y la de Villafranca del Campo. Además, la Flotilla de Aeronaves de la Armada realizó una demostración de vuelo con un Harrier AV-8B.
Como cierre del acto, se celebró una solemne parada militar, seguida de un acto en recuerdo a los caídos, que dio paso a un concierto ofrecido por la Unidad de Música de la Agrupación de Infantería de Marina de Madrid, celebrado en el interior de la iglesia.
Más de 400 personas se reunieron después en una cena popular organizada por la Comisión de Fiestas y la Cofradía de Nuestra Señora la Virgen del Campo, en un ambiente de hermandad y orgullo compartido.

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