En Bueña tenemos un pequeño centro social, nuestro “bar”, donde los vecinos de todas las edades nos juntamos y los más mayores no sólo echan el guiñote, sino que se encuentran y comprueban cómo está cada cual, sobre todo en los meses de invierno cuando somos menos y con el frío no nos vemos tan a menudo.
Los miércoles es el único día de la semana que abre el consultorio, el secretario del Ayuntamiento, del que soy concejala, viene el martes, el pan nos lo hacen aquí las chicas del bar, por suerte, los lunes, miércoles y sábados, y el carnicero pasa cada quince días. Cada día llevo a mi hijo por la carretera A-1509 hasta Monreal del Campo, donde pasa la mañana en la guardería para que mi marido y yo podamos conciliar y trabajar, mientras que su tío y abuelos atienden las ovejas y las gallinas o siembran el campo y el huerto.
Esta es mi vida y esta soy yo, que formo parte de asociaciones en mi pueblo donde peleamos cada subvención y ayuda con las que dinamizar la actividad cultural. Pero también soy la persona que tuvo que salir a estudiar fuera cuando tenía 16 años, que ha vivido al otro lado del charco en una de las ciudades más pobladas del planeta, bien comunicada con infraestructuras, transportes y fibra, y que también ha trabajado en las ciudades con más población de este país, a las que llega la alta velocidad, donde hay servicio de radioterapia en el hospital y se amontonan varios cuerpos de seguridad ciudadana.
Sin embargo, yo elijo pueblo, y quiero vivir en Bueña, defiendo el orgullo rural, la calidad de vida y la cercanía que tenemos con los servicios que aún nos quedan y propongo medidas e iniciativas para luchar contra la despoblación y que esos servicios no desaparezcan y sean cada vez de mejor calidad, para que nuestros pueblos tengan vida y podamos elegir quedarnos aquí a vivir.
Soy una firme defensora de los pueblos de Teruel, lo he sido en el Senado con Teruel Existe, donde nos ha tocado explicar por qué en la pandemia del Covid nuestros mayores tenían que poder ir al huerto, donde nos ha tocado empeñarnos en que las quemas de restos vegetales se pueden permitir, donde hemos tenido que hacer mucha pedagogía para explicar que un empresario que abre una tienda en cualquier lugar de la provincia de Teruel necesita acceso a internet con fibra óptica y que tiene que contar con ayudas específicas porque por su puerta no pasarán las miles de personas que cada día ven un escaparate en Barcelona o Madrid.
Esta Beatriz Martín es la que llega a la Diputación, cansada de reivindicar en las calles por Teruel sin que nos hagan caso más allá de campañas electorales donde abundan las fotografías con burros, como el mío, habiendo constatado cómo los partidos grandes votan las propuestas de Teruel en Madrid atendiendo a directrices impuestas por partidos, como la de que nuestros vecinos puedan acceder a dinero en efectivo o a cobrar su pensión en su pueblo mientras las oficinas bancarias nos abandonan, o que no aceptan nuestras enmiendas para proteger a los agricultores y ganaderos de pequeñas familias o a la mujer rural de una manera específica frente a la violencia de género.
Esta Beatriz Martín, al igual que mis compañeros de Teruel Existe, vamos a seguir en esta línea en la Diputación Provincial de Teruel, para atender a todos y cada uno de los alcaldes y concejales, no solo a los de Teruel Existe; para avanzar en las propuestas que nos niegan, como mejorar la seguridad en nuestros pueblos, desde Diputación, apoyando la inversión en casas cuartel, así como desde Madrid Teruel Existe ha incidido en el complemento de territorialidad en zonas de difícil coberturas de las plazas de guardia civil; en apoyar a las asociaciones más pequeñas para las que también en el Senado solicitamos que los bancos las eximan de comisiones bancarias; para que comercios pequeños y bares en nuestros pueblos logren más ayudas y cumplan su función social.
Seguiremos remando para que no se deje atrás esta propuesta que logró empujar Teruel Existe; para que la UNED siga extendiéndose por el territorio, porque Teruel Existe llevó al ministro de Universidades el proyecto Universo Teruel y propusimos las aulas de Alcañiz y Calamocha que hoy son una realidad; para que la Diputación desarrolle una agencia que fomente el autoconsumo y las comunidades energéticas, como la de Luco de Jiloca, que hace que hoy por fin los vecinos sean quienes se beneficien de la energía y que además de pagar menos en su factura puedan tener beneficios que destinar a mejorar y dinamizar su pueblo, a pesar de que les han puesto cientos de trabas que ha retrasado su instalación tres años enteros.
Éste Teruel Existe, el que conoces tan bien, el que has visto desvivirse por el medio rural en el Congreso y el Senado, al que has acompañado en las calles reivindicando frente a la despoblación, con unos y otros gobiernos, éste que defiende tu pueblo siempre y no se achanta con directrices nacionales, es el Teruel Existe que llega a la diputación provincial. Estamos aquí por ti y por tu pueblo, porque no nos han dejado más remedio que hacer política para que ser pocos, de verdad, no reste derechos.

Beatriz Martín. Vicepresidenta primera de la Diputación de Teruel