

Mi nombre es Pablo Pérez y soy vecino de Barrachina.
Otro año más, el invierno nos ha sorprendido con temperaturas inusualmente altas. Diciembre, enero y febrero han sido mucho más templados de lo habitual, alcanzando máximas de hasta 18 grados.
El pasado 20 de febrero, los almendros comenzaron a florecer, tiñendo nuestros campos de blanco y rosa. Un espectáculo hermoso, sí, pero también preocupante, porque esta floración temprana es algo que normalmente ocurre a finales de marzo.
Hace unos días, como suele suceder, cayeron algunos copos de nieve. Ahora solo queda cruzar los dedos para que el hielo no haga acto de presencia, porque si lo hace, perderemos la cosecha de almendras por tercer año consecutivo.
Desde los campos de Barrachina, un saludo y esperemos que el tiempo nos dé una tregua.