GESTIÓN Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
José Ángel García

Cuando hablamos de normas jurídicas, no hablamos de simples recomendaciones, sino de reglas que organizan la convivencia de todos. Pero no todas son iguales. Según lo que regulan y cómo se aplican, las normas se dividen en varias categorías, y entenderlas ayuda a comprender cómo funciona la vida en sociedad.
Derecho público y derecho privado
El Derecho público regula la relación entre los ciudadanos y el Estado, y entre los distintos órganos del Estado. Por ejemplo, si el Ayuntamiento decide abrir un nuevo parque, regula quién puede entrar, cómo se usa y cuándo está permitido jugar al fútbol. Aquí, el ciudadano debe seguir las normas, porque implican un interés general.
En cambio, el Derecho privado regula las relaciones entre personas. Comprar un coche, firmar un contrato de alquiler o prestar dinero a un amigo se rige por estas normas. Lo importante aquí no es el interés del Estado, sino los acuerdos entre quienes participan.
Derecho positivo y derecho necesario
Algunas normas permiten cierto margen de decisión. Son las normas de derecho positivo. Por ejemplo, si compras un coche, tú y el vendedor podéis acordar que la entrega se haga en un lugar distinto al habitual. La ley permite esa flexibilidad. Otras normas, en cambio, son inalterables: las normas de derecho necesario. No puedes casarte de cualquier forma; el matrimonio solo es válido si se celebra siguiendo las reglas del Código Civil. No hay atajos ni cambios posibles.
Derecho normal y derecho especial
El Derecho normal regula lo que afecta a todos, como la educación obligatoria, la seguridad vial o las normas sobre sanidad, siendo el hilo que organiza la vida cotidiana de la mayoría. Sin embargo, el Derecho especial se aplica a casos concretos. Por ejemplo, las reglas que organizan una feria medieval solo importan a quienes participan, no a toda la ciudad.
Derecho general y derecho particular
El Derecho general es el que nos alcanza a todos por igual en todo el territorio, como pagar impuestos, respetar las normas de circulación, frente al Derecho particular, que es más local; por ejemplo, las ordenanzas de nuestro Ayuntamiento sobre el horario de riego de jardines o de apertura de un parque: solo importan en ese municipio.
¿Sabías que…?
• Cada comunidad autónoma puede crear normas propias, pero nunca pueden contradecir la Constitución ni las leyes nacionales.
• Las normas de derecho privado están en casi todo lo que hacemos: alquilar un piso, comprar un móvil o aceptar los términos de uso de una app.
• Aunque algunas normas parezcan antiguas, siguen siendo necesarias. Por ejemplo, las reglas sobre herencias han cambiado poco en siglos, porque protegen derechos esenciales.
• Incluso normas muy específicas, como las que regulan profesiones concretas, tienen un efecto en la vida diaria: garantizan seguridad, calidad y orden en servicios básicos.
