Daroca ha celebrado un programa de actividades conmemorativas de la restauración hidrológico forestal y plantación del pinar

Daroca acogió del 13 al 15 de abril las Jornadas por el Centenario de la restauración hidrológico-forestal de la Dehesa de los Enebrales. Con motivo de los cien años de la construcción, en 1923, de la Casa forestal de la Dehesa de los Enebrales, los Ayuntamientos de Daroca y Orcajo, junto con la Comarca del Campo de Daroca, con la colaboración del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón y del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes en Aragón, han celebrado estas Jornadas conmemorativas para poner en valor el gran legado de sus antecesores, que constituye un verdadero museo forestal de relevancia internacional, y para honrar especialmente el recuerdo de Nicolás Ricardo García Cañada.
Desde al menos el siglo XVIII, los montes del valle de Jiloca estaban casi totalmente deforestados por la acción incontrolada de los vecindarios. Tras cada tormenta las ramblas conducían avenidas torrenciales, cargadas de arenas y piedras, que bloqueaban los cauces de los ríos, causando graves daños materiales, y a veces muertes.
Ciencia e historia forestal
Según detalla Ignacio Pérez-Soba, decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes en Aragón, la torrencialidad de las ramblas no se había tratado nunca en el mundo, hasta que a principios del siglo XX el Ingeniero de Montes Nicolás Ricardo García Cañada (1866-1947) decidió enfrentarse a ese problema. “Con gran ingenio y atenta observación de la naturaleza, diseñó un sistema de restauración hidrológico-forestal que aplicó primero con gran éxito, a partir de 1907, en el monte de la Dehesa de los Enebrales de Daroca, y que resultó eficaz para cualquier zona árida o semiárida. Así hizo ciencia e historia forestal, tanto con sus obras de corrección de ramblas como con repoblaciones forestales muy exitosas, y a veces asombrosas, como el pinsapar que creó en Orcajo y hoy es de referencia internacional”.
Otros grandes Ingenieros de Montes, como Antonio Pascual Yarza o Miguel Navarro Garnica continuaron la restauración forestal de la cuenca del Jiloca.

Amplio programa
Las Jornadas por el Centenario de la restauración hidrológico-forestal de la Dehesa de los Enebrales se desarrollaron en tres días con un amplio programa. Este comenzó el jueves 13 de abril con la apertura por parte de la presidenta de la Comarca Campo de Daroca, Ascensión Giménez, y el director general de Medio Natural y Gestión Forestal Diego Bayona.
La segunda jornada celebrada el viernes 14 de abril contó con un acto de recuerdo, una visita guiada a la Casa Forestal y a la Rambla del Reventón. Y finalizó con la presentación del libro ‘Hermano Fuego’ de Raúl Vicente.
Mientras que la última jornada se desarrolló en Orcajo con una visita guiada al Pinsapar y posterior comida popular, y en Daroca, con la mesa redonda sobre el pinar de Daroca, la Casa forestal, el Monte y el vínculo con las gentes darocenses, moderada por Pascual Sánchez y protagonizada por vecinos de Daroca y su entorno relacionados con los pinares en diferentes épocas. Félix Sebastián, Pedro Luis Aparicio, Santiago Mingote, Salvador Lafuente, Fernando Álvarez de Toledo y el guarda forestal Alfredo Herranz contaron sus experiencias profesionales y, sobre todo, vitales, al respecto. Los alcaldes de Orcajo y Daroca, Pedro Luis Aparicio y Álvaro Blasco, respectivamente, clausuraron las jornadas con sus discursos.
Álvaro Blasco destacó que en las Jornadas participó numeroso público, “con gente incluso de Andalucía que vino de propio”, comentó. “Tuvo mucho éxito y aprendimos mucho sobre la materia”, añadió. La Dehesa de los Enebrales, conocida popularmente como ‘el pinar’ en Daroca, es un símbolo de la ciudad y su entorno. “Es un recurso muy importante al que tenemos gran aprecio y es valorado también por gente de fuera”, dijo.