La peña La Furka fue la encargada de la puesta del pañuelico y El Trankazo celebró su XX aniversario

Caminreal arrancó las fiestas en honor a San Roque y la Virgen de la Asunción el pasado viernes 11 de agosto con un día de prefiestas donde los peñistas fueron los protagonistas. El concurso de paellas reunió a todos en torno al Almacén Granero, en una tarde entretenida con juegos entre peñas, que finalizó con una fiesta remember.
El sábado 12 de agosto comenzaron las fiestas con el tradicional desfile de carrozas, chupinazo, pregón y puesta del pañuelico a San Roque, este año, de la mano de la peña La Furka. Una gran noche con la orquesta Jamaica Show y discomóvil iniciaba las fiestas por todo lo alto.

Los más pequeños fueron los protagonistas en la mañana del domingo 13 de agosto, con unos talleres de cocina llamados MasterChef Junior. Una gymkhana recorrió con pruebas las calles del pueblo, mientras que las amas de casa se veían las caras en el tradicional campeonato de bolos. La noche fue para los más talentosos de Caminreal que, junto a la orquesta, pusieron fin a una noche más de fiestas.
Como hecho destacable, y a un lado de los eventos programados por la comisión de fiestas, la peña El Trankazo celebró su XX aniversario en su local. Una tarde de música amenizada con dj’s en la que se reunieron cientos de personas de toda la comarca del Jiloca.

El lunes 14 de agosto fue el día para los más habilidosos, con concursos de guiñote y parchis, y una batalla de paintball entre amigos, en la que puso la calma la charanga y la merienda popular. Un recorrido por las calles del pueblo con la charanga recogió a todos los peñistas para desembocar en la macro discomóvil que puso fin a ese día.
Por delante dos días de fiesta con la celebración de las finales de los concursos de karaoke y fútbol sala. Un espectáculo de magia y la orquesta Shadow pusieron fin al martes 15 de agosto. El último día, miércoles 16 de agosto, día del patrón, San Roque, se llevó a cabo una mascletá en el frontón del pueblo, tras la procesión, misa y vino español por parte del Ayuntamiento.
Los concursos de tortillas y postres, y el de disfraces amenizaron la tarde para reunir a todos los caminrealeros en torno a la cena de hermandad, retirada del pañuelico, charanga y discomóvil para despedir las fiestas patronales un año más.