
Decomiso hecho por los Agentes de Protección de la Naturaleza en el Jiloca
La recolección de setas está regulada por una ley desde el año 2014 fijando en 3 kg la cantidad máxima
Los montes de la comarca del Jiloca son un paraje atractivo para la recolección de setas. Esta actividad es uno de los usos de aprovechamiento del monte que atrae a decenas de vecinos de las tierras jilocanas, pero también de otras comarcas y comunidades autónomas. En las últimas semanas los Agentes de Protección de la Naturaleza (APN) del área medioambiental nº 13 correspondiente al Jiloca se han encontrado con personas que han recolectado grandes cantidades de hongos, superando el permitido por ley que está en 3 kilogramos por persona y día. Así, los APN han llegado a incautar en un mismo vehículo 150kg que han procedido a decomisar y posteriormente destruir, “todas las setas que retiramos no se pueden introducir en la cadena alimentaria, como sí ocurre en otras comunidades, ni ceder a asociaciones benéficas, ni consumir, ni venderlas, las tenemos que destruir” indica el Agente de Protección de la Naturaleza Miguel Ángel Lázaro, quien añade que a los sujetos portadores de esas cantidades se les abre un expediente sancionador al incumplir la normativa por la que se regula la recogida de setas desde el año 2014.






El objetivo de las rondas de vigilancia es velar por la conservación del medio natural y aprovechar para acercar la normativa a la población. Además, del cupo de kilos máximos también se informa de otros requisitos como “la recolección tiene que ser para autoconsumo, está prohibida la venta y no debe haber ánimo de lucro” matiza el APN, Vicente Ballester.
Con la proliferación de setas durante este mes se han llegado a decomisar 750 kg. Ballester indica que “es muy fácil recolectar cantidades superiores a 3kilos, pero nos hemos encontrado que hay grupos organizados o que existe una venta no muy legal de esas setas, por todo eso estamos detrás de esas acciones que van en detrimento del monte”. Además, recuerdan que todos los que vayan al monte recojan aquellos residuos que generen y dejen el medio natural como lo han encontrado.
El aprovechamiento micológico no es el único que existe ya que comparte espacio con la caza, cuya práctica tiene prioridad sobre la recogida de setas. “Si ven los carteles de batidas deben darse la vuelta y salir de esa zona”.